ENTREVISTAS

Carol García: “En algún ensayo de 'La casa de Bernarda Alba' acabábamos llorando”

01 / 07 / 2021 - Antoni COLOMER - Tiempo de lectura: 8 min

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La mezzosoprano catalana Carol García La mezzosoprano catalana Carol García © BIAM artist / Tere ORMAZABAL
Bernarda Alba Una escena de 'La casa de Bernarda Alba', de Miquel Ortega, en el Teatro de La Zarzuela © Teatro de La Zarzuela / Javier DEL REAL
Benamor zarzuela Desde la izquierda, Gerardo Bullón, Gerardo López, Carol García, Damián del Castillo y Vanessa Goikoetxea © Teatro de La Zarzuela / Javier DEL REAL

Esta mezzosoprano, ganadora del premio ÓPERA ACTUAL 2015 y nacida en Sabadell (Barcelona), recuerda que durante su infancia se pasaba el día tatareando. Tanto es así que el párroco de la escuela donde estudiaba le aconsejó entrar en un coro. y así lo hizo. empezó tarde sus estudios de canto, pero gracias a su bello timbre, elegancia en el fraseo y ejemplar coloratura, ha destacado especialmente en papeles belcantistas y franceses. En el Teatro Cervantes de Málaga, el 3 y 4 de julio, volverá a encarnar a Martirio en La casa de Bernarda Alba, de Miquel Ortega.

El confinamiento llegó en un momento complicado para mí pues, un par de meses antes y a causa del Brexit, habíamos decidido dejar Londres, donde residía con mi pareja y mi hijo, para volver a Barcelona. Todo cambio es difícil, pero tenía muchos contratos y eso me daba tranquilidad. Con el cierre de los teatros todos los proyectos se cancelaron de un día para otro. Fue un momento duro.

La experiencia con La casa de Bernarda Alba, que estrenamos en La Zarzuela y ahora cantaremos de nuevo en Málaga, tras muchas cancelaciones, ha sido especial para mí y todo el equipo. La partitura de Miquel Ortega al principio parece difícil, pero cuando entiendes sus armonías es impresionante y, a nivel teatral, tiene mucha fuerza. En algún ensayo acabábamos todos llorando y esa emoción se transmite en las funciones. Martirio es un papel difícil en cuanto a afinación y ritmo. En ese sentido, trabajar con el compositor es una bendición porque puede ayudarte e incluso adaptar la línea vocal.

Empecé a estudiar canto seriamente muy tarde, ya con 21 años. Cantaba en un coro y un día me llamaron para reforzar el Cor de Cambra de Sant Cugat en un Requiem de Mozart, pero acabé cantado también la parte solista de soprano. Fue mi primera actuación remunerada y ahí conocí a la que sería mi profesora y con quien siempre he pasado mis ITV, Francesca Roig. Gracias a ella hice una transición natural de la cuerda de soprano a la de mezzo lírica: de Norina pasé a cantar Rosina.

El Concurso Viñas de Barcelona me dio la oportunidad de ir al Opera Studio de la Opéra de Paris, donde estuve dos años. Más allá de las clases, tuve la oportunidad de hacer pequeños papeles en la Opéra Bastille, ensayar Il Barbiere di Siviglia hasta el general, mientras llegaba la titular, o ser cover en papeles como el de Cherubino. Trabajé con excelentes maestros, como Evelino Pidò, Bruno Campanella o Daniel Oren, y eso me abrió las puertas en Francia, donde he desarrollado buena parte de mi carrera.

"Tras dar a luz noté un cambio importante en mi voz, que ahora tiene más centro"

La Cenerentola e Il Barbiere di Siviglia han sido títulos importantes en mi carrera y me hubiese gustado cantar más repertorio barroco. Siempre he tenido facilidad para la coloratura, pero la he trabajado muchas horas metrónomo en mano. Algunos maestros la prefieren más rápida, otros más lenta, y eso exige tener un gran control. Tras dar a luz noté un cambio importante en mi voz, que ahora tiene más centro. Eso me ha permitido cantar Charlotte de Werther, papel con el que debuté en el Liceu en una sustitución de última hora. Luego lo volví a cantar en Lima y me sentí cómoda y feliz. Como también me haría feliz cantar el Romeo de I Capuletti e i Montecchi de Bellini.

El próximo año cantaré mucho en España y, especialmente, en Madrid: La Cenerentola en el Teatro Real, el Stabat Mater de Rossini con la Orquesta de la RTVE y, en el Teatro de La Zarzuela, las producciones de Don Gil de Alcalá y El barberillo de Lavapiés. Con el Liceu, y tras el Nicklause de Les contes d’Hoffmann, hemos hablado de proyectos futuros muy interesantes que ojalá se confirmen y que, lo siento, pero ahora no puedo avanzar. ÓA