ENTREVISTAS
Anna Netrebko, soprano: "En la ópera se han perdido los ensayos escrupulosos con los directores"
22 / 04 / 2022 - Elena KOLESNIKOVA - Tiempo de lectura: 6 min. * Entrevista realizada el 2 de febrero de 2022
En las últimas semanas Anna Netrebko no ha sido noticia por sus actuaciones operísticas, sino por la polémica derivada de la invasión rusa en Ucrania: la cantante en un primer momento se negó a condenar con firmeza el conflicto bélico tal y como le solicitaban distintos programadores (y miles de seguidores en redes sociales), por lo que decidió retirarse temporalmente de los escenarios. Finalmente, Netrebko condenó el ataque, se desmarcó de Vladimir Putin y anunció su vuelta a los escenarios. Su primera actuación después del parón es hoy 22 de abril, como protagonista de Manon Lescaut en la Opéra de Monte-Carlo. Con motivo de este regreso, ÓPERA ACTUAL publica esta entrevista realizada en el Círculo del Liceo de Barcelona antes del inicio del espantoso conflicto bélico.
Anna Netrebko es, sin duda, una de las sopranos más relevantes y mediáticas del panorama lírico actual. Con una voz lírica flexible, precisa y versátil, la cantante rusa ha brillado a lo largo de su carrera en los mejores teatros del mundo la que comenzó interpretando tanto roles mozartianos como repertorio belcantista y ruso, para derivar más tarde a grandes roles de Verdi o Puccini. En una conversación realizada el 2 de febrero en el Círculo del Liceo de Barcelona durante las funciones de La dama de picas a las que acudió para ver a su marido, el tenor Yusif Eyvazov, en el escenario del Gran Teatre barcelonés, la cantante reflexiona sobre ópera y su trayectoria. El encuentro se realizó antes de la polémica derivada del conflicto bélico en Ucrania, cuando su nombre era el protagonista absoluto del concierto del 175º aniversario del Liceu, que se realizó en 3 de abril ya sin su presencia.
ÓPERA ACTUAL: Estudió en el Conservatorio de San Petersburgo con la soprano Tamara Novichenko. ¿Quién más le ayudó en el desarrollo de su técnica vocal?
Anna NETREBKO: Después de formarme con Novichenko trabajé mucho con Renata Scotto, que me ayudó muchísimo. También agradezco mucho a los magníficos coaches que encontré en diferentes teatros; con ellos descubrí el sentido de ciertos personajes en toda su profundidad. Lamentablemente, en el teatro moderno se ha perdido la tradición del escrupuloso trabajo con los directores: ya no se hacen tantos ensayos con orquesta como antes hacían Riccardo Muti, James Levine, Temerkanov… Es inviable económicamente, y es muy triste.
ÓA: ¿Con qué director diría que tiene un feeling especial?
A. N.: Siempre encuentro terreno común con todos los directores, como con Chailly, Mehta, Pappano, Nézet-Séguin, Armiliato, Gergiev… Que no se me olvide a alguien… Pueden ofenderse. Presto mucha atención a sus consejos. Una vez no conseguimos entendernos con un director en una grabación, pues teníamos conceptos totalmente diferentes sobre los tempi. Me resultó imposible cambiar de idea y la grabación no se realizó, a pesar de que antes había colaborado con éxito con él.

Anna Netrebko con la corresponsal rusa de ÓPERA ACTUAL Elena Kolesnikova en el Círculo del Liceo
ÓA: Cuando usted sale al escenario la sala se llena de una energía mágica. ¿Qué siente justo antes de salir ante del público?
A. N.: No siempre sales al escenario en buena forma. A veces no te apetece cantar. Pero en cuanto piso un escenario, se levanta el telón y veo la sala… Eso me da fuerzas. De repente me siento cargada de energía… En todo caso hay que avisar a los jóvenes cantantes que no deberían contar con esto, porque esto hay que ganárselo. Si hablamos de sensaciones, entro en el escenario como en un templo y salgo como una sacerdotisa.
ÓA: En 2020 fue galardonada con el Premio Stanislavski, siendo la única cantante lírica en obtener este galardón. Ese mismo año también recibió este premio el mítico director británico Peter Brook. ¿Le apetecería hacer algo en el teatro de drama? ¿O en el cine? En su juventud soñaba con una carrera de actriz.
A. N.: Sí, es verdad… Pero se me pasó rápidamente cuando descubrí que el rodaje es un proceso muerto. La ópera es algo mucho más vivo. Ahora es difícil hacer planes. El teatro está pasando un periodo duro. Lo que ocurre ahora en los teatros no es normal: las salas medio vacías, ensayos con mascarillas, cuarentenas… Creo que estamos en una encrucijada; posiblemente el teatro cambiará después de este desafío.
ÓA: En su agenda de futuro figura Abigaille… ¿Siente miedo ante este papel?
A. N.: No, no tengo miedo. En cierto modo es un regreso al bel canto. En este papel hay mucho canto en pianísimo, mucha cantilena. Estuvo previsto que saliera en este papel dos veces, antes de la presentación en la Arena de Verona, pero se cancelaron por la pandemia.
ÓA: ¿Y Lisa, de La Dama de picas, está en sus proyectos?
A. N.: Sí. Aunque ya desde el Conservatorio que nos asustaban con este papel… De momento me resulta muy cómodo. Bueno, todavía no he llegado a la última escena, la más sangrienta. El debut será pronto.
ÓA: Con Plácido Domingo tiene una larga relación artística. ¿Con qué otro cantante español ha coincidido?
A. N.: España es tierra de grandes voces. En el pasado y en el presente. En la Arena de Verona compartí el escenario con Ruth Iniesta, una magnifica soprano, una Liù fantástica. He cantado también con Celso Albelo, un tenor maravilloso. Me fascina la voz de Saioa Hernández; no coincidimos con ella en los escenarios porque tenemos el mismo repertorio, pero la he escuchado en muchas ocasiones.

Anna Netrebko en el Círculo del Liceo
ÓA: ¿Cómo se siente en Barcelona? ¿Qué recuerdos tiene del Gran Teatre del Liceu?
A .N.: Barcelona es una ciudad maravillosa, increíble. Me fascina la arquitectura modernista y la cercanía al mar. Me siento muy a gusto aquí. Hace muchos años, mientras elegía mi lugar de residencia, barajaba las dos opciones: Barcelona y Viena. Finalmente opté por la capital austriaca. En el Liceu se canta muy fácilmente, muy cómodamente. El público es muy agradecido, muy cálido. La última vez que canté aquí me impresionó la ovación que recibí al salir, sin cantar ni un compás… Fue muy emotivo.
ÓA: Será la estrella del concierto extraordinario del 175º aniversario del teatro. [En el que finalmente no pudo actuar por haber cancelado todas sus actuaciones]
A. N.: Decidimos que, por el tipo de teatro que es el Liceu, hay que presentar un programa con diversos fragmentos de óperas, no una gala lírica. Esta propuesta es todo un reto: unir en una velada tres papeles tan diferentes como Musetta, Lady Macbeth y Turandot. Creo que será interesante comprobar cómo se adapta la voz a estos cambios de registro y de carácter.
ÓA: ¿Cómo sería su producción ideal? Imagine que pueda elegirlo todo: teatro, reparto, obra…
A. N.: Creo que no podría elegir una sola ópera. Sería algo como el formato que presentaremos en el Liceu el día 3 de abril: un programa con fragmentos de distintas óperas.
ÓA: ¿Qué considera que es lo más importante en la vida?
A. N.: ¡Vivir! ¡Amar! Dar a luz a niños, criarlos, encontrar la vocación de tu vida –no especialmente el canto–, plantar un jardín, ayudar a la gente, ser una persona íntegra.– ÓA
* Entrevista realizada el 2 de febrero de 2022, antes del inicio de la guerra en Ucrania
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