ENTREVISTAS

Anita Rachvelishvili debuta en Salzburgo como Princesa de Bouillon

11 / 06 / 2019 - Lourdes MORGADES - Tiempo de lectura: 8 min

Print Friendly, PDF & Email
Anita Rachvelishvili en una actuación en el MET © The Metropolitan Opera

Es la más destacada de las mezzosopranos de su generación y con solo 34 años ha conquistado los principales teatros del mundo y ha seducido al público con su voz exuberante y timbrada, amplio registro, intensa expresividad y magnética presencia escénica. Este verano debuta en el Festival de Salzburgo cantando junto a Anna Netrebko Adriana Lecouvreur, en junio de 2020 se presentará en el Liceu de Barcelona con el más emblemático de sus papeles, Carmen, y ese verano regresará al Festival de Peralada en una gran ópera de Verdi.

Anita Rachvelishvili empezó desde la cima, debutando en la noche inaugural de la temporada 2009-10 de La Scala de Milán cuando solo tenía 25 años. Pese a ser una desconocida que justo había terminado su preparación en la Academia del coliseo milanés, salió victoriosa del embate y con lo que cobró por aquel debut saldó la hipoteca que sus padres habían pedido al banco para pagar sus estudios en Milán e inició una brillante carrera internacional que la ha llevado a los principales teatros de ópera del mundo. Está considerada la mejor mezzosoprano verdiana del momento y trabaja duro para mantenerse en la élite operística. Elige con cuidado lo que canta, procura tomarse tiempo para descansar y no se deja tentar con papeles que sabe que todavía no son apropiados para su voz. “Cada vez que he dicho que no ha sido una decisión acertada”, afirma a ÓPERA ACTUAL.

ÓPERA ACTUAL: El de Salzburgo es uno de los pocos grandes festivales en el que le faltaba por cantar.

Anita Rachvelishvili: Sí, solo había cantado en el Festival de Pentecostés un Requiem de Verdi, pero no había estado en el festival de verano. Ahora lo haré por partida doble, con Adriana Lecouvreur y el Requiem de Verdi bajo la dirección de Muti. Tengo curiosidad por ver cómo me va en el festival.

Ó. A.: Solo ha cantado Adriana Lecouvreur en 2011 en versión de concierto en el Carnegie Hall y el pasado diciembre y enero en una versión representada en el Met. ¿Cómo ve el personaje de la Princesa de Bouillon?

A. R.: Me gusta, es una malvada y, aunque no lo he cantado mucho, está entre mis favoritos. No es un papel muy largo, pero es muy intenso y vocalmente me siento a gusto interpretándolo, aunque es completamente diferente a Verdi. Es verismo puro, con muchas emociones en la voz y en la interpretación, no apto para voces jóvenes, ya que requiere una cierta madurez vocal y una sólida técnica.

Anita Rachvelishvili

Ó. A.: Ya solo le quedará el Festival de Bayreuth. ¿Para cuándo el repertorio wagneriano?

A. R.: Todavía está lejos. Mi voz está evolucionando hacia esa dirección, pero necesito ser mayor y tener más experiencia para afrontar este tipo de repertorio. Quizás en cinco o seis años.

Ó. A.: ¿Le gusta el repertorio alemán?

A. R.: Sí, mucho. Me encantan Mahler, Wagner y Strauss. Hay cosas que ya puedo cantar, pero otras no y cuando esté preparada cantaré probablemente algunas óperas de Wagner. Ya estoy familiarizada con canciones de Schubert, Schumann, Mahler y Brahms, pero no he cantado nunca nada de Wagner.

Ó. A.: Usted solo tiene 34 años, pero ya lleva una década cantando en los mejores teatros de ópera. ¿Ha tenido que superar mucha presión?

A. R.: Sé que hay muchos cantantes que a mi edad empiezan la carrera internacional. He sido muy afortunada y tuve mucha suerte de que me admitieran en la Academia de La Scala, pero he trabajado muy duro y desde que debuté en diciembre de 2009 me he esforzado para mantener un nivel alto y nunca he dejado de estudiar. Y sí, he tenido que superar mucha presión. Haber tenido buenas críticas desde el principio y haberlo hecho bien hace que siempre se te exija más y que se creen expectativas, y eso siempre supone presión, pero cuando subo a un escenario pienso cuánto amo esta vida, cuánto amo la ópera y el teatro y eso me ayuda a superar la presión.

Ó. A.: ¿Ha contado con algún consejero o asesor para ayudarla a superar situaciones difíciles y a no errar en la elección del repertorio?

A. R.: Durante mis años de estudio aprendí a tomarme tiempo para descansar y a saber decir que no. Cuando estudiaba en la Academia de La Scala, Mirella Freni me dijo que debía saber decir que no a los agentes y a los teatros cuando me ofrecieran un rol atractivo pero que todavía no fuera el momento para cantarlo, cuando un papel no fuera adecuado para mi voz o cuando necesitara descansar.

Ó. A.: ¿Ha dicho no muchas veces?

A. R.: Algunas. He dicho que no a grandes teatros y directores porque no quería cantar en algunas producciones y he dicho que no a títulos que no eran apropiados para mi voz o que era demasiado pronto para cantarlos. Y cada vez que he dicho que no ha sido una decisión acertada. Jamás me he arrepentido.

Ó. A.: ¿Hay muchas tentaciones en el camino de una joven promesa?

A. R.: Sí. Tentaciones de grandes teatros que te ofrecen maravillosos papeles protagonistas. A mí me ofrecieron cantar Eboli a los 26 años y dije que no. Es uno de los papeles más difíciles para mezzo y se necesitan años para llegar a cantarlo. Lo debutaré en otoño en la Opéra de París, pero nunca acepto cantar un nuevo papel si no creo que podré estar al máximo nivel.

© ONP / Vincent PONTET

Anita Rachvelishvili en la 'Carmen' con dirección de escena de Calixto Bieito en París

Ó. A.: ¿Cuándo empezó a cantar?

A. R.: Desde pequeña. Empecé a estudiar piano con cinco o seis años y luego canto. Cuando estudiaba piano empecé a cantar jazz y pop, pero a los 17 años mi voz empezó a crecer y crecer e hice unas audiciones en el Conservatorio de Tbilisi donde clasificaron mi voz para cantar ópera y me admitieron como alumna de canto. Cuando en 2003 o 2004 fui por primera vez a ver una ópera representada, Don Giovanni, de inmediato sentí una conexión con lo que pasaba en el escenario. Deseaba estar allí, con los cantantes, cantar con ellos, actuar. Me di cuenta de que eso era lo que quería hacer en mi vida. Empecé a participar en representaciones operísticas en el Conservatorio hasta que llegué a la Academia de La Scala en 2007.

Ó. A.: Fue allí donde Daniel Barenboim la escuchó y la seleccionó para cantar el rol de Mercédès en la Carmen que inauguraba la temporada 2009-10, pero terminó cantando el personaje protagonista y desde entonces se ha convertido en un rol emblemático de su repertorio.

Ó. A.: He cantado Carmen más que cualquier otro personaje. Desde que lo debuté en La Scala lo he hecho en más de 300 ocasiones, pero cada vez que ensayo una nueva producción y que me subo a un escenario para cantarla es como si lo hiciera por primera vez. En la partitura de Bizet hay mucho por descubrir y aunque haya interpretado la ópera más de 300 veces, en cada nueva ocasión descubro en la partitura cosas que no había visto.

Ó. A.: ¿Cómo ha evolucionado el personaje desde que lo cantó por primera vez?

A. R.: Ahora es más mujer, hay más dramatismo en la interpretación y me siento más segura y libre sobre el escenario. Técnicamente he superado muchos problemas que tenía en 2009, pero eso no ha hecho más fácil el papel. La tesitura es muy difícil para una voz de mezzosoprano, porque empieza de una forma más ligera y va haciéndose cada vez más dramática.

Ó. A.: Después de haberla cantado más de 300 veces, ¿qué tipo de mujer es ella para usted?

A. R.: Es una mujer muy actual, como las mujeres de hoy, fuerte, capaz de luchar por su libertad, una feminista antes del feminismo. Su tragedia es que es demasiado moderna para la época en la que está situada la trama y como es capaz de cualquier cosa por defender su libertad, muere por ella.

Ó. A.: Ha cantado en tres ocasiones la producción firmada escénicamente por Calixto Bieito, la misma que interpretará en junio de 2020 en el Liceu de Barcelona. ¿Cuál es su opinión sobre este montaje?

A. R.: Es una de las mejores producciones de Carmen que he cantado, capta perfectamente la verdadera naturaleza del personaje.

© SONY Music

La última grabación de Anita Rachvelishvili la ha editado con Sony Classical

Ó. A.: ¿Qué nuevos papeles prepara además de Eboli de Don Carlo?

A. R.: También estoy preparando Charlotte de Werther, que cantaré por primera vez en el verano de 2020 en la Ópera de Atenas, uno de mis teatros preferidos.

Ó. A.: ¿Cómo prepara los nuevos papeles? ¿Lo hace sola o le ayuda un coach?

A. R.: Suelo prepararlos sola. Primero leo el libreto para entender lo que el compositor quiere decir con la música, luego trabajo con la música y solo al final voy a un coach para acabar de perfilar el personaje. Nunca escucho discos antes de preparar un nuevo papel.

Ó. A.: ¿Suele ir a la ópera como espectadora?

A. R.: Sí. Hay muchas óperas que me gustan y hay producciones que me interesa ver. Soy muy buena espectadora y como cantante entiendo las dificultades que tienen los intérpretes y lo que significa estar sobre el escenario, la responsabilidad y la presión que supone. Ellos lo dan todo, incluso salen al escenario cuando se sienten mal y por ello considero injusto que se les abuchee.

Ó. A.: ¿Qué otros compromisos tiene en España además de Carmen en el Liceu?

A. R.: Además del Liceu, volveré al Festival de Peralada en el verano de 2020, en esta ocasión para cantar una gran ópera de Verdi en versión escenificada.- ÓA