CRÍTICAS
NACIONAL
Anduaga mantiene su idilio con Galicia
A Coruña
Amigos de la Ópera de A Coruña
Recital de XABIER ANDUAGA
Obras de Moreno Torroba, Sorozábal, Guerrero, Barrera, Calleja y otros. Giulio Zappa, piano. Teatro Colón, 23 de septiembre de 2022.
Se presentó ante el público coruñés en 2020, con un inolvidable concierto junto a Jessica Pratt. Repitió el año pasado, de nuevo con la soprano australiana, debutando I Puritani. Y por tercer año consecutivo, Xabier Anduaga, Premio ÓPERA ACTUAL 2021, regresó a A Coruña ya más consagrado y un poco menos joven promesa. Escucharle es acreditar que el intérprete madura y mejora, que mantiene sus virtudes y poco a poco va limando pequeñas aristas. En esta ocasión sirvió un repertorio casi en su totalidad de romanzas de zarzuela, y demostró que es un género en el que también puede regalar grandes momentos.
Anduaga maneja los registros con solvencia. Se mostró aguerrido en “De este apacible rincón de Madrid” o en el “Te quiero, morena”, desplegando una voz de lírico-ligero que cada vez se aproxima más a la de lírico puro. Siempre afinado, emisión controlada, con variedad de acentos. Pero exhibe también un canto delicado e intimista en “Alare, zorioneko lekua” o la “Flor roja” de Los gavilanes, probablemente la página más brillante de la velada. La media voz de Anduaga está al alcance de pocos por estar construida sobre una emisión mixta, y el resultado es un canto de gran calidad, sobre todo cuando se combina con su poderoso agudo. El mejor ejemplo, el final de “¡Adios Granada!”, ese dobla campana que empieza a media voz y se corona arriba a plena voz.
No podía faltar la romanza de La tabernera del puerto, con una segunda estrofa difuminada de nuevo en la mezza voce, un regalo para el aficionado. O el “Júrame” de María Grever, finalizado con un portentoso Do4, pleno de brillo y fuerza. Esta exhibición de medios se sintió también en el “Granada”, contraste al “Haurtxo Polita” que cantó sobre un hilo de voz. La técnica de Anduaga es sólida y permite al intérprete ofrecer un canto sobresaliente, de enorme gusto. Por no embriagar con el halago, sigue pendiente dotar a la dicción de una mayor naturalidad, algo artificial en algunos pasajes.
Giulio Zappa acompañó al tenor con un notable desempeño, reservándose incluso páginas solistas de mérito como el Bolero de Alfredo Casella o el Vals de Usandizaga. La parte menos lucida de la velada fue, sin duda, la escasa afluencia de público ante un recital que en cualquier otra ciudad habría agotado las localidades. Apenas un 60 por cien del aforo del Teatro Colón. Inexplicable. Y, sin embargo, los días anterior y posterior a este recital, todo vendido para las funciones de Norma. ¿Quiere el público coruñés más ópera y menos citas solistas? Es una reflexión pendiente. * José Luis JIMÉNEZ, corresponsal en A Coruña de ÓPERA ACTUAL