CRÍTICAS
NACIONAL
Vigencia temática y musical de 'La peste', de Gerhard
Barcelona
L'Auditori
Gerhard: LA PESTE
1ª audición en L'Auditori
Obras de Benjamin Britten y Robert Gerhard. Ian Bostridge, tenor. Ensemble O Vos Omnes, Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana y Cor Madrigal. OBC. Director: Francesc Prat. 25 de marzo de 2022.
Dentro de la producción musical de Robert Gerhard, La peste (The plague, 1964) ocupa un lugar relevante, tanto por lo ambicioso y monumental del proyecto como por los vínculos personales y artísticos del compositor catalán con Albert Camus. Gerhard acarició el proyecto de una ópera basada en L’étranger tras la composición de The Duenna, su única incursión en el género, aunque debió abandonar por falta de apoyo y recursos. Poco después se desquitó componiendo la música incidental para una emisión radiofónica de ese mismo título por encargo de la BBC en 1954 y, posteriormente, de la pieza teatral del autor francés Calígula en 1961. Fue precisamente la muerte de Camus lo que propició el encargo, por parte de Antal Dorati, de la composición de una cantata a partir de La peste, que se acabaría estrenando en el Royal Festival Hall en 1964.
Han pasado casi 60 años desde entonces, pero en esta reposición que se ha llevado a cabo en el Auditori de Barcelona, más allá del valor intrínsecamente artístico de la obra, lo más sobrecogedor fue comprobar la absoluta vigencia de su mensaje. La tragedia en forma de fábula escrita por Camus posee tantos elementos que la relacionan con la reciente pandemia que su escucha constituyó una especie de catarsis colectiva, especialmente en el plano narrativo, en el que el actor Pere Arquillué se mostró sumamente eficaz y sensible. Otra cosa muy distinta fue la lectura y los resultados musicales de la versión ofrecida por la OBC junto al Ensemble Vos Omnes, el Cor de Cambra del Palau de la Música y el Cor Madrigal, todos ellos bajo la batuta de Francesc Prat.
En La peste, como en la mayoría de las composiciones de los años 50 y 60 de Gerhard, el elemento estructural y los contrastes tímbricos constituyen el centro neurálgico de una obra que prescinde de aspectos lineales y melódicos. Por ello, es capital el control y la gradación de la masa sonora, tanto orquestal como coral, para insertar la variedad de matices y ambientes que la obra requiere. Y en ese punto capital es en el que naufragó la concertación de Prat, quien no fue capaz de regular las dinámicas ni controlar el sonido tendiendo siempre a unos decibelios por momentos exasperantes. Una lástima, pues la OBC posee, en general, un sonido brillante que se adapta especialmente bien a este repertorio y los distintos coros mostraron haber trabajado concienzudamente la obra.
Si La peste ocupó la segunda parte del concierto, en la primera el tenor inglés Ian Bostridge interpretó Les Illuminations, ciclo de Benjamin Britten para tenor y orquesta de cuerdas a partir de los poemas de Arthur Rimbaud. Últimamente Bostridge está muy activo en Barcelona, donde ha interpretado en pocos meses obras tan dispares como Das Knaben Wundenhorn, el Winterreise o el reciente L’Orfeo, de Monteverdi. Su siempre heterodoxa mecánica técnica se ha visto perjudicada, con el paso de los años, por el declive de un instrumento que nunca fue especialmente atractivo, aunque sí muy personal. Actualmente, pese a una indiscutible musicalidad que se puso de manifiesto en contadas frases de la obra de Britten, especialmente cuando emitió en piano e incluso en falsete, y un profundo conocimiento de la obra, sus limitaciones vocales se impusieron inexorablemente. El centro y grave resultaron prácticamente inaudible, más aún en una sala como la Pau Casals del Auditori, en la franja aguda tendía al grito y cuando emitía en forte el sonido era inevitablemente duro y poco atractivo. La sección de cuerdas de la OBC le acompañó de manera eficiente, con destellos puntuales en las excelentes intervenciones solistas del concertino, Frank Stadler, y del violonchelista José Mor.* Antoni COLOMER, crítico de ÓPERA ACTUAL
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