CRÍTICAS
CD, DVD, Libros
Verdi: RIGOLETTO (Dir.: Antonio Pappano)
DVD
VERDI, Giuseppe (1813 – 1901)
Rigoletto
Lisette Oropesa, Carlos Álvarez, Liparit Avetsyan, Brindley Sherratt, Ramona Zaharia. Dir.: Antonio Pappano. Dir. esc.: Oliver Mears. Opus Arte OA 1354 D. (2021) 2022.
Esta versión de Rigoletto fue lo que Antonio Pappano quiso que fuera una lectura más que exasperada desde los primeros compases con un control absoluto de la tinta verdiana y una lobreguez generalizada que no por ello descuidaba la atención al matiz. Hay otras formas de enfrentarse con esta obra, pero ello no desacredita su validez. La eliminación de algunas puntature no merece reproche alguno, pero ese quedarse a medio camino le hubiera parecido insuficiente a Riccardo Muti. Orquesta y coros están a la altura de su prestigio, faltaría más.
La dirección de escena de Oliver Mears discurrió por los cauces habituales en este tipo de óperas sin permitirse licencias inoportunas, aunque toda la secuencia del rapto de Gilda resultó un tanto confusa en los espacios y de poco sirvió la invención de sustituir el cuerpo de la secuestrada por una pepona para incrementar la desolación de Rigoletto. La escenografía, muy austera, no contribuyó a identificar los lugares de la acción y, en fin, insistir en actualizar la acción a una época en que ya no se emplean bufones, al menos con ese nombre, y en que los matones cobran en euros y no en escudos, es tan injustificable como siempre.
Entre los solistas destacó sobremanera el trío de personajes principales, con una Lisette Oropesa ya situada en la primera fila de la actual generación de sopranos que demostró técnica y fraseo de primer nivel y que supo arrinconar la imagen artificiosamente infantil de la heroína, un Carlos Álvarez igual a sí mismo por potencia y grano vocal, con matices interpretativos de nuevo cuño, y el tenor armenio Liparit Avetsyan, una voz fresca y extensa que solo deberá cuidar no empeore esa tendencia a ensanchar el sonido que ahora parece acusar. Prescindió del sobreagudo espurio de su cabaletta del acto segundo e hizo bien. El resto del reparto, con la posible excepción del bajo Brindley Sherratt, correcto Sparafucile, se mantuvo en la tradición de una casa en que las segundas partes importan poco. Entre los subtítulos no figura el italiano original. Aunque ya todo el mundo se sabe el Rigoletto de memoria, muy mal. * Marcelo CERVELLÓ
Comprar:


CRÍTICAS RELACIONADAS