Valioso y atractivo rescate de ‘El demonio mudo’

Santiago de Chile

15 / 05 / 2023 - Juan Antonio MUÑOZ - Tiempo de lectura: 4 min

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Demonio TMSC Una escena del estreno moderno de' El demonio mudo' en Santiago de Chile © TMSC
Demonio TMSC Una escena del estreno moderno de' El demonio mudo' en Santiago de Chile © TMSC
Demonio TMSC Una escena del estreno moderno de' El demonio mudo' en Santiago de Chile © TMSC

Teatro Municipal

Florianus Ött: EL DEMONIO MUDO

Estreno en época moderna

Ramón Gutiérrez, Rony Ancavil, Francisca Muñoz, Francisca Jünemann. Orquesta Harmonices Mvndi. Dirección musical: Ramiro Albino. Dirección de escena: Gonzalo Cuadra. Sala Claudio Arrau, 12 de mayo de 2023.

Al acoger este proyecto del colectivo Ópera Nacional, el Teatro Municipal de Santiago de Chile ha iniciado su temporada lírica 2023 con la recuperación de una partitura barroca olvidada en una puesta en escena que incorpora elementos modernos que no lesionaron el carácter de la obra original. El trabajo de rescate se remonta a 1998, cuando el musicólogo Víctor Rondón encontró, en los archivos de la iglesia Recoleta Dominica de Santiago, fragmentos de El demonio mudo, pieza compuesta en 1717 por el músico agustino Florianun Ött sobre un libreto del dramaturgo jesuita Franz Lang, tal vez inspirado en el auto sacramental El diablo mudo del dramaturgo Pedro Calderón de la Barca, de formación jesuita y sacerdote de la tercera orden franciscana. En ese momento, Rondón inició un trabajo internacional de búsqueda para reunir todas las pieza del puzle. El demonio mudo forma parte de una colección de 19 obras titulada Theatrum affectum humanorum publicada en Múnich en 1717 por Lang, autor también del tratado escénico barroco Dissertatio de actione scenica (1727).

Como muchas obras de la época, esta pieza pretendía poner al espectador ante las desgracias que significaría para su alma una vida pecaminosa, es decir, catequesis a la vena. Así, el protagonista, Eduardo, se debate entre su propia conciencia, las recomendaciones de un ángel y las artimañas del demonio en persona, que lo insta a continuar por la senda del mal y a jamás confesar sus culpas. Cabe señalar que aunque el título da cuenta de un satán mudo, aquí el diablo es un parlanchín de tiempo completo que elabora alambicados discursos corrumpentes para atraer a sus víctimas; solo se queda sin palabras al final, cuando vencen las fuerzas del bien.

"Al frente de la orquesta Harmonices Mvndi, el maestro argentino Ramiro Albino condujo con elegancia y emoción a un exquisito conjunto de músicos antiguos"

Con una dramaturgia poco elaborada y de desarrollo bastante infantil, la adaptación del texto realizada por Gonzalo Cuadra tiene a bien incorporar diálogos hablados en español y presentar a Eduardo como un hombre atrapado entre sus deseos y el deber ser. Cuadra, quien además firma la dirección escénica, ha utilizado con acierto las posibilidades de la sala Claudio Arrau del Teatro Municipal y, consciente de la ingenuidad del mensaje de la obra, aborda el desarrollo teatral de manera irónica y lúdica, logrando un espectáculo atractivo al que colabora el diseño integral de Gabriela Torrejón, de un imaginativo uso de sombras y claroscuros.

El mayor interés de este Demonio radica en su música, de una belleza y riqueza inesperadas, una partitura de una variedad que impresiona. Recitativos y arias con todas las características propias del Barroco se alternan con danzas antiguas y viajan por la duda, el miedo, la piedad y la alegría, mientras que el desarrollo instrumental comenta los hechos con melancolía, esperanza o dolor, o bien apoya con ímpetu, bravura y suspenso. Al frente de la Orquesta Harmonices Mvndi, el maestro argentino Ramiro Albino condujo con elegancia y emoción a un exquisito conjunto de músicos especializados en música antigua, en una formación que incluyó dos violines, viola da gamba, violonchelo, flauta, guitarra, tiorba y clavecín. Nota especial para el aria «Pandere denique tandium clausum» para soprano y clavecín (Juan Cristóbal Undurraga), un fragmento de magnífica inspiración que constata la calidad del compositor Florianun Ött, de quien se sabe poco y nada.

Fue muy adecuado el trabajo de los solistas, comenzando por la impresionante voz de Francisca Muñoz (Conciencia), una contralto de verdad, dueña de un material escasísimo que debe saber aprovechar en el repertorio adecuado. El tenor Rony Ancavil (Demonio) lució su timbre baritonal en una parte de alto compromiso en términos de línea de canto y agilidad, lo mismo que la soprano Francisca Jünemann (Ángel), de contagioso encanto escénico y quien tiene a cargo la parte vocal más extensa. El actor Ramón Gutiérrez abordó el rol de Eduardo con profesionalidad y entrega. Los cantantes, eso sí, deben trabajar mejor el tránsito desde la emisión lírica a la declamación teatral.  * Juan Antonio MUÑOZ, corresponsal en Santiago de Chile de ÓPERA ACTUAL