Una pareja grandiosa en un mundo minimalista

Toulouse

03 / 03 / 2023 - Jaume ESTAPÀ - Tiempo de lectura: 3 min

Print Friendly, PDF & Email
tristanundisolde-capitole-operaactual (3) Una escena de 'Tristan und Isolde' en Toulouse © Opéra national Capitole / Mirco MAGLIOCCA
tristanundisolde-capitole-operaactual (3) Una escena de 'Tristan und Isolde' en Toulouse © Opéra national Capitole / Mirco MAGLIOCCA
tristanundisolde-capitole-operaactual (3) Una escena de 'Tristan und Isolde' en Toulouse © Opéra national Capitole / Mirco MAGLIOCCA

Théâtre du Capitole

Wagner: TRISTAN UND ISOLDE

Sophie Koch, Nikolai Schukoff, Matthias Goerne, Anaïk Morel, Pierre-Yves Pruvot, Damien Gasti, Valentin Thill, Matthieu Toulouse. Dirección musical: Frank Beermann. Dirección de escena: Nicolas Joel. 1 de marzo de 2023.

Fue en 2007 cuando Nicolas Joel estrenó en este escenario esta puesta en escena. Si sus montajes hasta aquel momento podían clasificarse de tradicionales, con su nuevo Tristan quiso demostrar que también sabía operar en terrenos abstractos. Así lo hizo y triunfó. Para la escenografía (Andreas Reinhard) propuso un suelo articulado en tres espacios contiguos; el del centro, triangular con el vértice agudo dirigido hacia la sala, lo mismo fue la embarcación en el primer acto que Kareol en el tercero. A cada lado, dos formas trapezoidales simétricas animadas durante el primer acto por movimientos de vaivén muy lentos representaron las olas de un mar tranquilo. Al fondo, la luna se desplazó lentamente en un cielo algo nublado durante el viaje de los amantes, y un cielo estrellado fue testigo del sufrimiento final de Tristan y de la muerte de Isolde. Pocas exigencias dramáticas impuso el director a los intérpretes: gestos sencillos, bien estudiados, sin efectos veristas de ninguna clase y en ningún momento. Y, finalmente, utilizó el color del vestuario —mayoritariamente en blanco, negro y rojo— como elemento semántico adicional, no siempre fácil de descifrar.

En estas condiciones los cantantes pudieron centrar su atención en el canto. Y lo mismo hicieron los intérpretes de esta reposición en el Capitole. Nikolai Schukoff, interpretó un Tristan visiblemente hostil para con su pasajera; ciegamente enamorado luego, se mostró mucho más creíble desde el final del primer acto, en particular a partir de la invocación de la noche, momento cumbre de la velada, gracias también a la suntuosa intervención, lejana pero de gran resonancia, de Anaïk Morel (Brangäne) al cuidado de la seguridad de los amantes («Habe Acht!») en plena noche nupcial. Pero fue en el tercer acto cuando el tenor austriaco puso una fuerza sobrehumana, en forte con muchas f sin perder un ápice el valor de cada nota, y acentos ácidos —pero no metálicos— de gran efecto. Le acompañó en su agonía el fiel Kurwenal de Pierre-Yves Pruvot, barítono elegante, potente, viril, de timbre áspero y bien diferenciado, reconocible. Matthias Goerne encarnó un rey Marke de campanillas que manifestó su decepción ante la traición de Tristan con acentos entrañables, ritmo y volumen justos, midiendo las palabras de su prodigioso discurso con voz profunda, clara, sin la menor duda.

"Fue en el tercer acto donde el tenor Nikolai Schukoff puso una fuerza sobrehumana, en 'forte' con muchas 'f' sin perder un ápice el valor de cada nota, y acentos ácidos pero no metálicos de gran efecto"

Sophie Koch —Isolde— convenció por la sobriedad y la elegancia de su interpretación dramática: la mezzo estuvo vocalmente perfecta en los pasajes agudos —justeza, timbre, color—, correctísima en el fraseo en alemán y tuvo que enfrentarse con la orquesta que, en pasajes de registro grave, interceptó en más de una ocasión su canto. Tras la actuación excepcional del tenor en el tercer acto —la situación se había puesto difícil para ella—, Koch murió de amor al cabo de una interpretación memorable del célebre fragmento. Completaron el reparto a un muy buen nivel Damien Gasti (Melot), Valentin Thill (Marinero, y Pastor) y Matthieu Toulouse (Piloto).

Frank Beermann al frente de la orquesta de la casa, mantuvo en perfecto equilibrio el escenario y el foso, si bien en algún momento y llevado por la intensidad dramática de la obra pudo olvidar la dimensión de la sala. El maestro enfatizó sin exceso pasajes en piano y acompañó a los cantantes con vehemencia, sin voluntad explícita de facilitarles el trabajo. Los artistas en el escenario se valieron de esta situación para mostrar de lo que eran capaces. El coro, preparado por Gabriel Bourgoin, sonó con fuerza desde fuera del escenario.  * Jaume ESTAPÀ, corresponsal en Francia de ÓPERA ACTUAL