CRÍTICAS
NACIONAL
Peralada: Tirant cabalga en el Ampurdán
Festival Castell de Peralada
Magrané: DIÀLEGS DE TIRANT I CARMESINA
Estreno absoluto
Josep-Ramon Olivé, Isabella Gaudí y Anna Alàs i Jové. Director musical: Francesc Prat. Director de escena: Marc Rosich. Cuarteto de cuerda, flauta y arpa. Claustro del Carmen del Castillo de Peralada. 18 de julio de 2019.
Concebida como una serie de variaciones sobre la seducción del caballero Tirant y la princesa Carmesina y basándose en la obra medieval Tirant lo Blanch (1490) del valenciano Joanot Martorell, se presentó esta ópera de cámara de ochenta minutos de duración fruto de la colaboración entre el joven compositor de Reus de 31 años Joan Magrané, premio Reina Sofía y actual compositor en residencia del Palau de la Música Catalana, y el dramaturgo y director de escena Marc Rosich, que había realizado hace algunos años otra adaptación de esta obra para un montaje teatral de Calixto Bieito y que además es uno de los miembros principales de Òpera de Butxaca y Nova Creació, entidad coproductora de la propuesta junto al Festival de Peralada y al Gran Teatre del Liceu, en cuyo Foyer se ofrecerá en febrero de 2020.
Un espacio escénico-instalación del artista Jaume Plensa concebido como un panel de fondo con neones rojos que se van encendiendo cada poco hasta completar la palabra «utopía» se transformó en el contenedor de un drama que además contaba con un cuidado vestuario orientalista de Joana Martí y una muy correcta iluminación de Sylvia Kuchinov.

Escena final de 'Diàlegs de Tirant e Carmesina' en su estreno mundial en Peralada
Los tres intérpretes permanecen constantemente en escena desgranado el extenso libreto en cuatro partes que se ofrecieron seguidas y en un aparente catalán arcaico. El libreto seguro que supuso un gran trabajo para los tres interpretes, asumiéndolo con gran eficacia. Especialmente atractiva resultó la labor de la expresiva soprano Isabella Gaudí como la noble princesa Carmesina, en un excelente trabajo actoral y vocal. El barítono Josep-Ramon Olivé se movió cómodo como un destacado Tirant a nivel vocal, pero no fue tan expresivo como la anterior en su rol del caballero enamorado. Cerraba el trío la mezzo Anna Alàs i Jové en el doble personaje de la Viuda Reposada y Plaerdemavida, que apoya el amor de ambos nobles como la segunda y que lo rechaza al estar ella misma enamorada con el primero, realizando un gran trabajo dramático y vocal con una presencia casi constante en escena.
Joan Magrané apuesta por un lenguaje moderno e incisivo, lleno de disonancias y ritmos discordantes que casan con bastante eficacia con el carácter medieval del libreto. Para ello juega con un cuarteto de cuerdas formado por dos violines, viola y violonchelo, además de flauta travesera y arpa, instrumentos a cargo de un grupo de jóvenes de gran talento bajo la detallista e inspirada dirección musical de Francesc Prat. Un lenguaje contemporáneo que sirve de base eficaz para un entramado canoro mucho más lírico y melódico, rico en pasajes a dos y tres voces que funciona con éxito a nivel de conjunto, conformando una obra de cámara quizás poco contrastada en sus diferentes escenas a la que le faltó una mayor profundidad en la caracterización de los personajes, excesivamente unidimensionales.
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