CRÍTICAS
INTERNACIONAL
Un público abrumado recibe con vítores a las 'Lecciones' de Benjamin
Zúrich
Opernhaus Zürich
Benjamin: LESSONS IN LOVE AND VIOLENCE
Nueva producción
Lauri Casar, Jeanine De Bique, Björn Bürger, Mark Milhofer, Sunny Dladla, Nini Vlatkovic, Isabelle Halle, Josy Santos, Andrew Moore. Dirección: Ivan Volkov. Dirección de escena: Evgeny Titov. 8 de junio de 2023.
George Benjamin está cosechando grandes éxitos como compositor operístico, con tan solo tres obras escritas para el género, a la espera de la cuarta que se verá en Aix-en-Provence este verano, Picture a Day Like This. Esta, de momento, tercera, Lessons in Love and Violence (2018), después de su estreno absoluto en el Covent Garden de Londres y pasar por diversos coliseos líricos internacionales, entre ellos el Liceu de Barcelona, ha recaído en la Opernhaus de Zúrich, significando su estreno en Suiza, gracias también a que cayera del cartel por la pandemia del teatro de St. Gallen, en mayo de 2020.
Pero a diferencia de los otros coliseos, Zúrich ha querido realizar su propia producción. En este drama, con el gran libreto de Martin Crimp –el colaborador del compositor– y con tintes shakesperianos, se habla de la ambición del poder, y esta nueva producción conmovió tanto al público zuriqués, que salía de la función con el corazón en un puño. Pero es que además la producción firmada por Evgeny Titov penetra mucho en la crueldad de la historia centrándose en el tema del poder y su abuso. Un tema universal que logró extraer, incluyendo una parábola histórica, a partir de la simplificación de una obra de cámara psicológica.
Todo esto es lo que Crimp condensó del drama histórico de Marlowe Eduardo II (1594): mientras muere de hambre su pueblo, el rey lleva una vida disoluta y el repulsivo Mortimer –magnífico Mark Milhofer— aprovecha para exaltar a la turba contra su rey, mientras la reina reparte caramelos en forma de perlas. Titov transforma todo ello en imágenes teatralmente muy efectivas y visuales –como las cenizas del bebé, la escena de metateatro, la escena final, etc.– que impactan en la retina del espectador, con la música penetrante, embriagadora y también muy teatral de Benjamin. Se trata de un espectáculo total, donde brilla una gran partitura, gracias a la magnífica batuta de Ilan Volkov que hace que la música del compositor británico sea hasta tangible.
El reparto escogido para Zúrich, debutante en su totalidad en este título, funcionó a las mil maravillas, tanto en lo vocal como en lo dramático. Jeanine De Bique (Isabel), quien debutaba en la casa, lo hizo de manera entregada, mostrando su voluptuoso instrumento, de gran intencionalidad y sobrada de medios. Lauri Vasar le puso todas las ganas como Eduardo II, tuvo algún escollo en el registro agudo y su dicción inglesa era mejorable, pero fue innegable su prestación interpretativa. Björn Bürger dibujó un Gaveston desposta y manipulador que jugó muy bien sus cartas en los dúos con Vasar. El tenor sudafricano Sunnyboy Dladla fue un lujo como el hijo del rey, así como el resto de los comprimarios Isabelle Haile, Josy Santos y Andrew Moore. * Albert GARRIGA, corresponsal en Zúrich de ÓPERA ACTUAL
CRÍTICAS RELACIONADAS