CRÍTICAS
NACIONAL
Un paso de gigante para el Maestranza
Sevilla
Teatro de La Maestranza
Sara Glojnaric: ARTEFACTS #2 / Hüseyin Evirgen: LAZOS FAMILIARES / Marchand: 9+1 UNA PAREJA = UN MUERTO
Innova Ópera
Sachika Ito, Aurora Galán, Diana Larios, David Lagares. Zahir Ensemble, Klang21. Dirección: Juan García Rodríguez. Dirección de escena: Thierry Bruehl. 10 de diciembre de 2019.
Sin ocupar ninguna primera página de las secciones de Cultura en la depauperada prensa local, el Ciclo Innova Ópera es, seguramente, la (gran) y mejor noticia que el Teatro de La Maestranza podía dar esta temporada, que también es la primera para su nuevo director artístico, Javier Menéndez.
El coliseo sevillano llevaba años viviendo al margen de la creación operística contemporánea; algo que debería ser impensable para un teatro público. Con todo el respeto y la lógica admiración que merece la arqueología lírica se hacen fundamentales foros como este recién inaugurado y cuya continuidad está (¡o debería estarlo!) asegurada. Para su puesta de largo colaboraron varias organizaciones; además del propio teatro, la Universidad de Sevilla y el Festival Klang 21 de Salzburgo, entre otras. Se reunían en esta primera pica en Flandes tres breves partituras con intención dramática y rotundamente diferentes entre sí.
De la croata Sara Glojnaric (1991) llegaba Artefacts #2, un histriónico soliloquio de vocalizaciones acompañado por batería y sonidos electrónicos. Obra muy en la línea de la estética que cultivan hoy jóvenes compositores como Stefan Prins, Malte Giesen y Johannes Kreidler, entre otros; deudores de la música pop y de las interferencias de los medios de comunicación de masas.
Un continuo y perturbador crescendo es el único material sonoro de Lazos familiares, dramaturgia también sin semántica del turco Hüseyin Evirgen (1978). Las apelaciones teatrales a situaciones terroríficas extraídas de las noticias conectan la pieza –en el sentido de su contexto contemporáneo– con la precedente, pero aquí el envoltorio sonoro se hace más brumoso y omnipresente; en una creación que perfectamente podría haberse presentado en casi total oscuridad.
Finalizó esta primera panorámica 9+1, Una pareja = un muerto, del francés Jean-Baptiste Marchand (1978), en puridad el título más operístico de todos por la recurrencia a un texto y por la interacción de dos personajes. También resultó la partitura más académica de las tres, con una escritura serpenteante, nerviosa y con la acertada teatralización de una soprano y de un actor que, con total desafectación, recitaba sus frases.
La soprano japonesa Sachika Ito, que recientemente ha ofrecido un concierto en Colonia junto con el prestigioso Ensemble Musikfabrik, participó como solista en las tres obras. Su carrera va –y merece ir– en alza porque su implicación con la música de hoy la sitúan como un nombre llamado a ocupar un espacio fundamental en este repertorio. Su imponente expresividad, la rotundidad de una desarmante y dúctil vocalidad, una proyección que llega a ser sobrecogedora y una muy competente capacidad dramática son algunos de sus principales rasgos.
David Lagares, barítono, también volvió a ejemplificar su competencia en terrenos inestables como estos, pese a un papel no muy relevante. Efectivas las sopranos Aurora Galán y Diana Larios, como también el actor Rémi Page. El ensemble Zahir, radicado en Sevilla, permite que estas y otras músicas sucedan en el Sur. Y en la escena, Thierry Bruehl, resolvió con llamativo efectismo el primer y último título, cayendo en lo naïf tanto en la obra de Evirgen como en el muy discutible hilado que quiso darle al espectáculo.
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