Nixon y Mao, tercer éxito fuera de lo común

Madrid

20 / 04 / 2023 - Mario MUÑOZ - Tiempo de lectura: 3 min

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Adams China © Teatro Real / Javier DEL REAL
Adams China Una escena de 'Nixon in China' en Madrid © Teatro Real / Javier DEL REAL
Adams China Una escena de 'Nixon in China' en Madrid © Teatro Real / Javier DEL REAL

Teatro Real

Adams: NIXON IN CHINA

Jacques Imbrailo, Leigh Melrose, Borja Quiza, Sandra Ferrández, Gemma Coma-Alabert, Ekaterina Antípova, Alfred Kim, Sarah Tynan y Audrey Luna. Coro y Orquesta titulares del Teatro Real. Dirección musical: Olivia Lee-Gunderman. Dirección de escena: John Fulljames. 18 de abril.

Enlaza tres éxitos consecutivos el Teatro Real programando obras fuera de repertorio. Tras Achille in Sciro y La nariz llega a la temporada Nixon in China, ópera nacida de la inesperada propuesta de Peter Sellars a John Adams y Alice Goodman para adaptar el encuentro de Mao Tse-Tung y Nixon en el Pekín de 1972. La concreción temática puede parecer una trampa, pero es precisamente eso lo que permite la reflexión sobre la deificación del poder y el destino de la persona que habita tras el mito cuando de ella apenas quedan los rescoldos. La trama concreta es el oficio; la reflexión que convoca, el arte.

Musicalmente hablando, el minimalismo de John Adams en Nixon es notablemente sofisticado. Sus patrones están enriquecidos desde la perspectiva de la tímbrica orquestal, sabiendo incorporar los instrumentos que mejor se adecúan a la temática —saxofones, sintetizador—. La escritura rítmica también es elaborada, y el trabajo de Olivia Lee-Gunderman en el podio fue ejemplar, huyendo de las visiones más quirúrgicas de la partitura y arropando la sonoridad desde cada modulación hasta su emoción correspondiente. Un ejemplo fue la espectacular llegada de la delegación de Nixon en el primer acto (“The airport outside Peking”), nada más comenzar la ópera. Gran rendimiento de la Orquesta titular del Teatro Real en la construcción dinámica y en la policromía sonora.

"Los dos mitos, Nixon (Leigh Melrose) y Mao (Alfred Kim), actuaron más allá de sus caricaturas y con medios sorprendentes, como Kim durante la escena del encuentro, realmente cómodo en el registro agudo"

Es difícil encontrar óperas con personajes tan distintos y tan bien perfilados, gracias al fantástico libreto de Alice Goodman, a medio camino entre lo poético y lo periodístico. “Sus versos son un conjuro de la experiencia americana”, dirá el propio Adams. El reparto para dar vida a los Mao, Pat, Kissinger o Nixon fue sobresaliente y sin fisuras, tal vez sin el relumbrón de las representaciones de Nixon en la Ópera Nacional de París de la semana pasada (Hampson, Fleming, Dudamel…) pero sin echarlo en falta. Las dos mujeres en la sombra, Pat Nixon (Sarah Tynan) y Madame Tse-Tung (Audrey Luna), articularon el segundo y tercer actos, ajustándose a lo exigente de la partitura sin altibajos, con Tynan en su conmovedora superficialidad y Luna en su desgarro. Los dos mitos, Nixon (Leigh Melrose) y Mao (Alfred Kim), actuaron más allá de sus caricaturas y con medios sorprendentes, como Kim durante la escena del encuentro, realmente cómodo en el registro agudo.

La dirección escénica corrió a cargo de John Fulljames, que consiguió un difícil equilibro entre la funcionalidad (altas columnas de cajas archivadoras en las que se proyectan imágenes reales), estética y melancolía, gracias a un medido movimiento escénico tanto de actores como de objetos. Hay colores puros que planean sobre las ideologías, espacios reconstruidos, situaciones sugeridas por la música y mímesis con las imágenes que se conservan del encuentro. Pero el éxito del montaje radica en que, a pesar del movimiento continuo, todos los personajes están solos, y esa percepción del abandono y de la desesperación por volver a otros tiempos hace pertinente, casi necesaria, esa última frase: “¿Cuánto de lo que hicimos fue bueno?”. Excelente incorporación a la temporada.  * Mario MUÑOZ, corresponsal en Madrid de ÓPERA ACTUAL