CRÍTICAS
NACIONAL
Selecciones de 'Tosca' en ABAO. El público quiere ópera
Bilbao
ABAO Bilbao Opera
Puccini: TOSCA
Selecciones. ABAO On Stage
Obras de Guridi, Leoncavallo, Verdi y Puccini. Ainhoa Arteta, soprano; Teodor Ilincai, tenor. Bilbao Orkestra Sinfonikoa. Dirección: Yves Abel. Palacio Euskalduna, 29 de mayo de 2021.
ABAO Bilbao Opera tenía previsto haber cerrado esta frustrada temporada 2020–2021 con Tosca, contando como protagonistas precisamente con los intérpretes de este concierto, y este mismo director musical. Pero, ¡ay!, desde la crisis, los programadores que no tuvieron el plácet –léase subvención– de las autoridades de Madrid, como sí han tenido –si bien algo reducidas– el Real, La Zarzuela o el Liceu, y quizá algún que otro afortunado más, tuvieron que desistir, suprimiendo o reduciendo a mínimos sus propuestas líricas. Añádase a ello la restricción de aforo a que ha conducido la pandemia, razón por la cual los organizadores tienen que bajar el telón o conformarse con reinventarse con soluciones creativas, poco dinero, facilidades de los artistas y precios bajos. De esta manera, con gran esfuerzo, se ha podido mitigar en parte la sed de ópera de sus fieles en este curso tan accidentado. Pero ¿será segura la vacunación para que la próxima temporada pueda desarrollarse con cierta normalidad?
El público bilbaíno quiere oír pronto que el grifo de eficaces medicinas –léase dinero y vacunas–, ambas en manos de la Administración Central (que también pagan los de provincias), se abra debidamente a la España seca de voces: queremos oír más y además más veces; y como amigos, como siempre, ir a la ópera muy juntitos.
Durante esta carestía, ABAO ha optado por traer grandes intérpretes en formatos y versiones reducidas de las que ÓPERA ACTUAL ha dado cuenta puntualmente, y no han fallado unos cuantos grandes de verdad. Y en este gran concierto de clausura de la temporada, que contó con dos grandes solistas acompañados de la Bilbao Orkestra Sinfonikoa, se ofreció un programa montado sobre el gran armazón de las arias y dúos de soprano y tenor de Tosca precedidos de un par de interludios –oberturas de Mirentxu y Las vísperas sicilianas– y arias muy queridas del público.
En la primera parte Ainhoa Arteta ofrecía una deliciosa «Goizeko Eguzki argiak» de Mirentxu de Guridi, y «Tu che le vanità…» del Don Carlo verdiano. En la primera, la soprano guipuzcoana cantó con facilidad y estuvo calurosa y expresiva, además de dramática, notándosela cómoda en su lengua materna, mientras en la segunda pareció encontrarse menos en su territorio. El tenor Teodor Ilincai, por su parte, regaló una espléndida versión de «Nessum dorma» de Turandot pero sobre todo una fantástica «Vesti la giubba», del Pagliacci de Leoncavallo, en la cual su bien timbrada –y potente– voz logró correr por encima de una orquesta en tutti ubicada sobre el escenario, donde los decibelios se elevan a la cuarta potencia. Yves Abel llevó muy bien al conjunto, que sonó a la perfección; los tempi justos, las matizaciones bien logradas.
Arteta y Ilincai resultaron una pareja competentísima en la selección de escenas de Tosca que se ofrecieron; el dúo del primer acto se escuchó conjuntado, lleno de calor y expresividad; el «Vissi d’arte» de la soprano, modélico aun cuando sus agudos en forte resultan a veces un poco faltos de sedosidad; y en la escena final hubo un despliegue magnífico de buen hacer operístico: desde una «E lucevan le stelle» emocionante hasta el final; las voces poderosas de ambos intérpretes supieron brillar, se vieron bien unidos en la expresión y con una soberbia línea de canto, muy por encima de la orquesta a pleno volumen. Fue entonces cuando los agudos descarnados de Arteta, precisamente, ofrecieron el impresionante toque desgarrador de los últimos compases de esta obra maestra pucciniana.