Segunda 'Sonnambula' de altos vuelos

Madrid

20 / 12 / 2022 - Mario MUÑOZ - Tiempo de lectura: 3 min

Print Friendly, PDF & Email
sonnambula-operaactual-teatroreal (4) Jessica Pratt como Amina © Teatro Real / Javier DEL REAL
sonnambula-operaactual-teatroreal (4) Jessica Pratt (Amina) y Francesco Demuro (Elvino) © Teatro Real / Javier DEL REAL
sonnambula-operaactual-teatroreal (4) Serena Sáenz (Lisa) e Isaac Galán (Alessio) © Teatro Real / Javier DEL REAL

Teatro Real

Bellini: LA SONNAMBULA

Reparto alternativo

Jessica Pratt, Francesco Demuro, Serena Sáenz, Fernando Radó, Gemma Coma-Alabert, Isaac Galán y Gerardo López. Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real. Dirección musical: Maurizio Benini. Dirección de escena: Bárbara Lluch. 16 de diciembre de 2022.

Para algunas de las funciones de La sonnambula el Teatro Real contó con una cantante que lleva una década larga paseando por medio mundo el papel de Amina, como es el caso de Jessica Pratt. La visión torturada del personaje que presenta el montaje de Bárbara Lluch hizo cambiar su manera habitual de afrontar a la joven sonámbula, pero en lo vocal su adecuación como soprano de coloratura le da una facilidad de ataque envidiable y siempre con una amplia variedad en la pirotecnia vocal. Destacables sus dos apariciones sonámbulas, con intentos interesantes de caracterizar el canto, moderando el vibrato y la gama de armónicos. Su última escena fue notable, con un “Ah, non credea mirarti” con la languidez necesaria y una cabaletta conclusiva incandescente (la crítica del reparto del estreno, en este enlace) .

"La adecuación de Jessica Pratt como soprano de coloratura le da una facilidad de ataque envidiable y variedad más que suficiente en la pirotecnia vocal"

Su contraparte, el tenor Francesco Demuro, se acerca al personaje mirando de reojo al tipo vocal rossiniano con una emisión ágil y una buena técnica en el ascenso al agudo, aunque menos imaginación en el fraseo, algo que penaliza en Bellini: su Elvino fue monolítico, hecho que conjuntaba bien con el dibujo delineado por la directora de escena. Lisa estuvo excelentemente cantada y actuada por Serena Sáenz, brindando un recital de recursos, extensión, timbre y volumen. Su intervención inicial ya demostró un gran talento dramático por explotar. Un peldaño por debajo estuvo el Conde Rodolfo de Fernando Radó; en el caso de este personaje, Bellini juega a su caracterización con la tipología vocal (el bajo como representación de la nobleza), pero el oscurecimiento de sus actos propio del montaje no acabó de encajar con el tipo de canto, tan amplio, de Radó.

Maurizio Benini aligeró algo los tempi en alguna de las intervenciones de Amina y puso todo el mimo en el acompañamiento del Coro Titular, de nuevo ejemplar. Destacó la escena de la descripción del fantasma, que es un reto por el juego que buscan Bellini y Romani, otorgando una doble moral al pueblo al describir (sin saberlo) de nuevo a la propia Amina, solo que de manera mucho menos amable que la anterior. Lectura muy elaborada en cuanto a las dinámicas o a las articulaciones y volcada en dar sustento a lo vocal. En definitiva, alto nivel en este segundo reparto para dar vuelo a la verdadera esencia de esta ópera, que es en realidad, bastante oscura: la perversión no está en el hecho sino en la mirada.  * Mario MUÑOZ, corresponsal en Madrid de ÓPERA ACTUAL