CRÍTICAS
NACIONAL
Schumann renueva el idilio de Andrè Schuen con la Schubertiada
Vilabertran
Schubertiada
Recital de ANDRÈ SCHUEN
Lieder de Schumann. Daniel Heide, piano. Canónica de Santa María, 24 de agosto de 2023.
Tras triunfar en el Festival de Salzburgo interpretando al Conde de Almaviva de Le nozze di figaro, el reconocido barítono Andrè Schuen viajó a Vilabertran para renovar, por séptimo año consecutivo, su idilio con el público de la Schubertiada. En esta recta final de la programación del festival ampurdanés, el cantante, junto a su pianista acompañante habitual, Daniel Heide, protagonizó una velada excepcional dedicada íntegramente a los sugestivos Lieder de Robert Schumann, escritos principalmente en 1840, el año más fructífero de la producción musical del compositor romántico.
El recital se ordenó en dos grandes bloques, organizados según el nombre de los poetas que inspiraron los canciones de Schumann: el primero estuvo dedicado a los versos Joseph von Eichendorf, autor de cabecera del opus liederístico del compositor; y, el segundo, dio protagonismo a las rimas de Heinrich Heine que dan forma al el famoso ciclo del Dichterliebe. De Eichendorf, Schuen y Heide ofrecieron cuatro canciones independientes, con las que el barítono impresionó al público de Vilabertran al instante, exhibiendo una admirable capacidad de levantar la voz con una potencia deslumbrante. En estas primeras intervenciones, el cantante también hizo gala de un control amable del fiato en frases prolongadas, expresadas con exquisita musicalidad, y transmitió una sensibilidad especial para recoger los pianissimi con emoción. Completaron la primera parte los Liederkreis, que justo un día antes había interpretado Dorothea Röschmann en la Canónica de Santa María. Las versiones de los dos intérpretes fueron diferentes pero igualmente impresionantes, ya que mientras que la soprano apostó mucho más por el impacto de los contrastes de la escritura heterogénea del ciclo, el barítono priorizó una constante musical equilibrada y armoniosa, con momentos sublimes como los preciosos intervalos melódicos de «Mondnacht».
Schuen es un cantante versátil, con una paleta de registros asombrosos, capaz de combinar con solvencia la dificultad minimalista de las óperas de Mozart en escena con la intimidad de los Lieder para voz y piano. Y, en Vilabertran, se entregó a Schumann con un caudal de voz indomable, que no tiende nunca al desbocamiento, sino que mantiene siempre el timbre esmaltado en todas las tesituras y demuestra un talento especial por cambiar las colocaciones y proyectar el sonido justo en cada momento. A su lado, Heide contagia maestría y compenetración, formando un dúo indisoluble con el barítono que convierte cada nota en un punto de encuentro y diálogo.
Después de un breve interludio, Schuen y Heide continuaron con las dieciséis canciones de los Dichterliebe, encadenadas una detrás de otra, sin simpatoma alguno de fatiga ni bajadas de tensión. Especialmente memorables fueron las interpretaciones del delicado ascenso de «Im wunderschönen Monat Mai», las oleadas ternarias de «Im wunderschönen Monat Mai» o el lamento expresivo a capella de «Ich hab’ im Traum geweinet». Al final, público de pie y ovación de gala para las dos protagonistas, en el que fue, sin duda, uno de los recitales más celebrados de la presente edición de la Schuberiada. * Aniol COSTA-PAU, crítico de ÓPERA ACTUAL
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