CRÍTICA
INTERNACIONAL
Saint-Saëns en todo su esplendor
Washington DC
Washington National Opera
Saint-Saëns: SAMSON ET DALILA
Nueva producción
J’Nai Bridges, Roberto Aronica, Noel Bouley, Tomás Tómasson, Peter Volpe, Matthew Pearce, Samuel J. Weiser, Joshua Blue. Dirección: John Fiore. Dirección de escena: Peter Kazaras. The Kennedy Center, 1 de marzo de 2020.
Inteligente y efectiva propuesta de la WNO para la puesta en escena de dos títulos tan dispares como Samson y Don Giovanni alternándose este mes en el mismo escenario y con los mismos decorados. Estando la segunda todavía pendiente de reseñar, para el Samson las proyecciones de S. Katy Tucker sobre grandes paneles angulares o semicirculares (diseñados por Erhard Rom) y el fantástico juego de luces (a cargo de Robert Wierzel) recrearon atmósferas sugestivas para el contexto geográfico de la narrativa bíblica situada en territorios de la actual Palestina. El vestuario de época y la brillante coreografía del cuerpo de baile de la WNO redondearon la palpitante producción de Peter Kazaras hasta el apoteósico final.
Pocas veces puede elogiarse de manera tan unánime el conjunto de fuerzas que participan en la producción de una ópera. La apertura del primer acto (“Un jour de nous tu détournas ta face”) fue el preludio de una perfilada intervención del coro, con voces amalgamadas y entradas precisas en las muchas secciones fugadas de la escritura coral de Saint-Saëns. Del elenco, con cuatro roles principales debutando con la WNO, despuntó la mezzosoprano J’Nai Bridges por su bellísimo timbre aterciopelado y una línea melódica siempre a la altura en los agudos. En lo dramático Bridges –ganadora del Concurso Viñas de Barcelona en 2017– se movió como pez en el agua como la seductora y traicionera Dalila.
La corpulenta voz del tenor Roberto Aronica pecó de aspereza y falta de refinamiento, aunque dio credibilidad a la imponente presencia escénica de Sansón. Sobresalientes los también debutantes Noel Bouley (Dagon) y Tómas Tómasson (Abimélech) en sus cortas pero meritorias intervenciones. La amplia y desgarradora voz del veterano bajo Peter Volpe se desenvolvió vocal y dramáticamente con solvencia como El viejo judío en un reparto que completaron las sólidas voces del programa de jóvenes cantantes de la WNO, con Matthew Pearce y Samuel J. Weiser como Philistinos y Joshua Blue como mensajero.
Sumando aclamaciones y debutando desde el podio, la batuta de John Fiore se mantuvo atenta al equilibrio con las voces, al lucimiento de los solos y al cuidado sonido del conjunto orquestal en una lectura magistral de la partitura de Saint-Saëns.
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