CRÍTICAS
INTERNACIONAL
El 'Rigoletto' póstumo de Franco Zeffirelli
Mascate
Royal Opera House
Verdi: RIGOLETTO
X aniversario de la ROHM
Ambrogio Maestri / Vladislav Sulimsky, Giuliana Gianfaldini / Enkeleda Kamani, Dimitry Korchak / Ivan Magrì, Riccardo Zanellato / Antonio Di Matteo, Julia Mazurova / Maria Barakova, Agostina Smimmero, Kurt Rydl, Clarissa Leonardi, Dave Monaco, Kristinn Sigmundsson, Christian Peregrino. Director musical: Jan Latham-Koenig. Director de escena: Stefano Trespidi. Orquesta y Coro de la Fundación Arena de Verona. 20 y 21 de enero de 2022.
La colaboración entre Umberto Fanni (de la Royal Opera House de Mascate, Omán), Pippo Zeffirelli (Fundación Zeffirelli) y Cecilia Gasdia (Fundación Arena de Verona) ha sido crucial para llevar adelante la recreación de esta producción póstuma de Rigoletto, el último trabajo, inédito, del mítico director de escena Franco Zeffirelli (1923-2019) que se ha podido estrenar en la Royal Opera House de Mascate conmemorando con ello el X aniversario de este faro cultural de Oriente Medio que es la ROHM. El famoso regista fue, precisamente, el director escénico de la Turandot inaugural del coliseo omaní en 2011 y de quien además se ha inaugurado en el coliseo omaní una interesante exposición realizada en colaboración con la Fundación Zeffirelli de Florencia.
Stefano Trespidi se ha hecho cargo de la dirección escénica y de recrear este Rigoletto basándose en los dibujos originales de Zeffirelli, tanto de la escena como del vestuario, dándole vida propia a la producción con una regia adecuada al estilo del artista italiano en una coproducción entre la ROHM, la Fundación Arena de Verona y la Ópera Nacional de Lituania. Precisamente el mismo día del estreno en Omán, Cecilia Gasdia, presidenta de la Fundación Arena de Verona, desveló el interés de la institución italiana por este nuevo trabajo de Zeffirelli para presentarlo en el Festival de la Arena, donde el maestro italiano colaboró con gran cantidad de producciones que son las más populares, incluyendo esa última Traviata que debía estrenar Zeffirelli en el verano de 2019 y en el que finalmente no pudo estar presente al fallecer cinco días antes de la primera función. Gasdia explicaba la intención de celebrar el Festival areniano número 100 en 2023 con esta producción de Rigoletto, con la que se conmemorará también el centenario del nacimiento de Zeffirelli que se cumple ese mismo año.

El director musical Jan Latham-Koenig
La ROHM ofreció este estreno con dos repartos en los que se entremezclaban nombres consagrados con jóvenes de gran talento que seguro darán que hablar. Por problemas relacionados con la Covid-19 no pudo estar el gran Rigoletto de Leo Nucci, siendo sustituido por Ambrogio Maestri, quien realizó toda una recreación del personaje con mucho de temperamental. El prestigioso barítono ofreció una adecuada presencia escénica y una emisión potente y redonda que también sabe conmover al espectador en los pasajes más emotivos. Su actuación, en lo actoral, se antojaba, en todo caso, un tanto rígida y particular. Su Gilda fue interpretada por la emergente soprano italiana Giuliana Gianfaldoni, de carácter sensible y de voz bien proyectada con una exquisita messa di voce que encandiló al público con unos filados y medias voces realmente remarcables ya desde el «Caro nome» del primer acto, configurando una joven inocente pero despierta que acaparó gran parte de los aplausos del público que llenaba la mitad del coliseo omaní debido a las restricciones por la pandemia. El papel del Duque es uno de los más difíciles del repertorio verdiano, y en esta ocasión el tenor ruso Dmitry Korchak, que acaba de cantarlo en París, ofreció una emisión valiente con ese timbre broncíneo tan característico y adecuado para el personaje; lástima que los agudos se vieran un tanto forzados en la emisión para redondear una gran interpretación que sí consiguió a nivel actoral debido a su juventud, su soltura y cuidada presencia. Estuvieron todos ellos acompañados por un sólido reparto incluido el Sparafucile no demasiado profundo pero de buena línea a cargo de Riccardo Zanellato, una muy interesante y destacada Maddalena de Yulia Mazurova y una solvente Giovanna de Agostina Smimmero. Destacados también los condes Ceprano y Monterone a cargo de dos cantantes de fuste como Kurt Rydl y Kristinn Sigmundsson y muy cuidado el resto del reparto con especial mención para la mezzo Clarissa Leonardi como una bella Condesa Ceprano y el Paje de la soprano Barbara Massaro.
El reparto alternativo
En el segundo reparto del 21 de enero todo pareció más rodado y coordinado destacando especialmente el Rigoletto del barítono ruso Vladislav Sulimsky, solista del Mariinsky, de voz interesante, amplia y homogénea, bien proyectada y de solventes agudos; el cantante recreó el personaje con una adecuada entrega actoral. La Gilda de la soprano albanesa Enkeleda Kamani lució una correcta interpretación, con un timbre adecuado pero unos agudos y proyección poco vistosos. El tenor italiano Ivan Magrì sorprendió con un instrumento muy homogéneo en todo el registro, con agudos proyectados con gran valentía y una amplia extensión a pesar de no matizar demasiado, aunque fue muy aplaudido. El bajo Antonio di Matteo presentó un Sparafucile de grave cavernoso, algo más rudo, de voz granulada y destacada presencia escénica, acorde al personaje borgoñón, mientras que la mezzo rusa Maria Bakarova fue una adecuada Maddalena pero de una interpretación dramática algo forzada.
Las funciones contaron con un espectacular vestuario de época del propio Zeffirelli que fue recreado por uno de los máximos especialistas mundiales como es italiano Maurizio Millenotti, junto a una estupenda iluminación de Paolo Mazzon. Todo ello envuelto con una dirección musical enérgica y dramática a cargo del destacado director inglés afincado en Rusia Jan Latham-Koenig frente a unos brillantes y conjuntados miembros de la Orquesta y Coro de la Fundación Arena de Verona. * Fernando SANS RIVIÈRE, director de ÓPERA ACTUAL
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