Reverenciando a Andreas Scholl

Sevilla

23 / 03 / 2022 - Ismael G. CABRAL - Tiempo de lectura: 2 min

Print Friendly, PDF & Email
andreasscholl-operaactual-turina (1) Andreas Scholl y el conjunto Divino Sospiro © FeMÀS / Aníbal GONZÁLEZ
andreasscholl-operaactual-turina (1) Andreas Scholl y el conjunto Divino Sospiro © FeMÀS / Aníbal GONZÁLEZ

XXXIX FeMÀS

Cantatas sacras y profanas para alto

Obras de Bach y Vivaldi. Andreas Scholl, contratenor. Divino Sospiro. Dirección: Massimo Mazzeo. Espacio Turina, 20 de marzo de 2022.

No hay dudas de que la presencia del contratenor Andreas Scholl constituía uno de los atractivos más rotundos del presente Festival de Música Antigua de Sevilla, que celebra su 39ª edición. Aunque tras él vinieron muchos otros que también son hoy estrellas de su misma cuerda, el alemán mantiene un aura de cantante consagrado, de casi pionero siendo responsable además de un buen puñado de discos históricos y referenciales en el ámbito de la música antigua.

No arriesgó en el programa presentado en Sevilla, llegando al escenario con lo mejor que sabe hacer, abordando un repertorio piadoso y recogido, nada pirotécnico; incluso su manera de estar y cantar junto a los músicos recordaba a un ámbito más cercano al gregoriano, a lo eclesial, que a las alharacas de la ópera barroca. Tanto es así que no fue lo mejor de su recital la cantata Cessate, omai cessate, de Vivaldi, dicha con una proyección un tanto recogida, otorgando más protagonismo al conjunto instrumental. El concierto mejoró notablemente en el aria “Sileant Zephyri” del motete Filiae mestae Jerusalem, introducción a su vez del Miserere RV 338 también de Vivaldi. Con una voz de envidiable esmalte y gran dominio del color fue de menos a más hasta cincelar un sobrecogedor final sobre la base de laúd y violonchelo.

"Scholl exhibió pura calidez y carácter doliente, con una exposición de los afectos esmeradísima y una capacidad de apianar de manera natural sobrecogedora"

Para el recuerdo de los presentes quedará toda la cantata Ich habe genug, de Bach, en la que se asistió al encuentro de un Scholl de pura calidez y carácter doliente, con una exposición de los afectos esmeradísima y una capacidad de apianar de manera natural y sobrecogedora. Es en este repertorio en el cual su voz sigue imponiéndose como una absoluta referencia, algo que volvió a demostrar con la propina, el Agnus Dei de la bachiana Misa en Si menor donde volvió a dar sobrada muestra de su manejo de los reguladores y de un fiato que le permitió sostener las notas sin asomo de incomodidad.

Los músicos del conjunto portugués Divino Sospiro realizaron una correcta aportación en la música de Vivaldi, siendo excesivamente candorosos con Bach, falto de amargor. El punto más bajo llegó con la Sinfonía RV 169 Al Santo Sepolcro que comenzó de forma muy efectista para desbaratarse poco después con un sonido desmadejado.  * Ismael G. CABRAL, corresponsal en Sevilla de ÓPERA ACTUAL