‘Requiem’ verdiano para la inauguración del auditorio tinerfeño

Santa Cruz de Tenerife

01 / 10 / 2023 - Estrella ORTEGA - Tiempo de lectura: 2 min

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verdi tenerife Imagen del 'Requiem' de Verdi en Tenerife © Auditorio de Tenerife

Auditorio de Tenerife

Verdi: MESSA DA REQUIEM

Krassimira Stoyanova, Airam Hernández, Olesya Petrova, Alessio Cacciamani. Dirección: Víctor Pablo Pérez. 29 de septiembre de 2023.

El concierto celebrado en conmemoración del vigésimo aniversario de la inauguración del Auditorio de Tenerife, obra del valenciano Santiago Calatrava, emuló el programa interpretado hace ya veinte años. Se inició con Fanfarria real (2003), encargo del Cabildo de Tenerife al compositor Krzystof Penderecki con motivo de aquella ocasión, y como obra central del programa, se ofreció la Misa de Réquiem (1874) de Giuseppe Verdi. Fue la muerte del poeta Alessandro Manzoni, el 22 de mayo de 1873 lo que pondría en marcha la decisión de Verdi de completar la obra, que comenzó como parte del proyecto fallido de entre varios compositores italianos escribir un Requiem por la muerte de Rossini.  A los ojos de Verdi, Manzoni era quien mejor encarnaba los ideales de la nación italiana, por lo que se ha especulado que lo que compuso en última instancia fue un Réquiem por el Risorgimento, el despertar nacional que había encontrado tan poderoso eco en la imaginación y el arte del poeta y del compositor.“¡Estoy profundamente entristecido por la muerte de nuestro gran hombre!” escribió Verdi.

"El conjunto en perfecta armonía logró trasmitir cada una de las reflexiones sobre la muerte, la vida y los interrogantes que suscitan"

La partitura recurre a los innumerables recursos compositivos dentro de una perspectiva religiosa, pero con un carácter no tan litúrgico, sino con una personal espiritualidad, quizá basada en su propia experiencia, que rechaza la interposición religiosa, y se decanta por la comunicación directa de la humanidad con Dios. Naturalmente esta óptica fue y es denostada por los sectores católicos más conservadores. La lectura de Víctor Pablo Pérez mostró un conocimiento de la partitura y de la Orquesta Sinfónica de Tenerife estuvo magistral, a quienes se sumó un equilibrado cuarteto integrado por la soprano búlgara Krassimira Stoyanova, que conserva una línea de canto perfectamente estudiada e impoluta; el tenor tinerfeño Airam Hernández, muy bien en toda su tesitura; la mezzosoprano rusa Olesya Petrova, con una línea amplia y una sonoridad redonda; el bajo italiano Alessio Cacciamani, de timbre claro y amplia sonoridad; además de los coros Ópera de Tenerife y de la Comunidad de Madrid, con Josep Vila i Casañas como director.

El conjunto, en perfecta armonía, logró trasmitir cada una de las reflexiones sobre la muerte, la vida y los interrogantes que suscitan, y partiendo de la oscuridad camina hacia la luz entre sentimientos de terror, esperanza e incertidumbre, pero sobre todo con una melancolía infinita. En definitiva, una versión que logró emocionar al numeroso público que colmaba la sala en este aclamado arranque del curso tinerfeño.  * Estrella ORTEGA, corresponsal en Santa Cruz de Tenerife de ÓPERA ACTUAL