CRÍTICAS
INTERNACIONAL
Reinterpretando a Cavalli
Martina Franca
Festival della Valle d’Itria
Cavalli: XERSE
Nueva producción
Carlo Vistoli, Ekaterina Protsenko, Daia Petrone, Carolina Lippo, Dioklea Hoxha, Nicolò Balducci, Carlo Allemano, Nicolà Domini, Ako Bisevic. Dirección musical: Federico Maria Sardelli. Dirección de escena: Leo Muscato. Teatro Verdi, 25 de julio de 2022.
El Festival della Valle d’Itria se inauguró con este renovado Xerse en el Teatro Verdi de Martina Franca, perfectamente restaurado tras muchos años de abandono. Este pequeño teatro resulta ideal para las óperas del siglo XVII como esta, que fue compuesta en 1655 por Francesco Cavalli, el compositor italiano más importante de la generación que sucedió a Monteverdi. Xerse tuvo un gran éxito y fue representada en muchas ciudades italianas e incluso llegó a París para la boda de Luis XIV. Perjudica a esta ópera el libreto, que para un oyente de hoy resulta absurdo y carente de interés, con su muy intricada serie de amores entrecruzados, disfraces, intercambio de personajes, intrigas y engaños que forman un conjunto absurdo e increíble. Se ha tratado de ponerle remedio al problema con la supresión de algunos personajes secundarios y abundantes cortes, pasando así la duración de la obra de casi cuatro horas a dos y media, pero no por ello la trama se hizo más comprensible. Hubiera sido preferible incluir en el programa de mano el argumento, como suele hacerse, y mejorar el sobretitulado, prácticamente ilegible.
Quizá para aliviar las cosas Leo Muscato aportó a su dirección de escena muchos efectos cómicos. En Xerse, como en todas las óperas italianas de la época, hay personajes cómicos con escenas muy divertidas, pero en este caso se dotó de comicidad incluso a los papeles serios, desnaturalizando así las escenas de amor y de celos, transformadas aquí en ridículos desahogos caricaturescos. Ante la imposibilidad de efectuar los cambios de escena que exige el libreto, el escenógrafo Andrea Belli ambientó la obra en la plaza de un pueblo formado por graciosas casitas con arcos y ventanales arabeizantes revestidos con adornos de cerámica coloreados.
Entre los cantantes destacó el Xerse de Carlo Vistoli, un contratenor que canta con voz mórbida y bien timbrada y que fascinó particularmente en dos arias en las que la dirección escénica respetó el carácter serio y patético, “Ombra mai fu” a principios de la ópera (Händel haría más famosas esas palabras) y sobre todo la bellísima “Lasciatemi morir stelle spietate”, poco antes de la conclusión. De los demás intérpretes fue muy apreciada Ekaterina Protchenko, una noble y doliente Amastre, la esposa abandonada por Xerse y a la que también la regia mantuvo su carácter serio. Todos los demás personajes, como se ha dicho, fueron transformados en meras caricaturas, no obstante lo cual pudo lucirse Carolina Lippo como Romilda, la mujer que se disputan el protagonista y su hermano Arsamene.
Ako Biskevic y Nicolò Domini caracterizaron muy bien a los personajes cómicos de Elviro y Aristone y no pasaron de la corrección, en cambio, Gaia Petrone (Arsamene) y Dioklea Hoxha (Adelanta). No se quedaron atrás los demás intérpretes de los personajes populares –y por tanto, cómicos– para quienes es tan importante saber actuar como cantar. Desde el podio, Federico Maria Sardelli no acabó de poner en valor toda la gama de afectos y de situaciones que expresa la música de Cavalli, optando siempre por tempi rápidos, quizá en un intento de querer aportar vivacidad a esta ópera pero con el resultado de hacerla menos monótona. * Mauro MARIANI, crítico de ÓPERA ACTUAL
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