Mäkelä y Benjamin, grandes regalos para Aix-en-Provence

Aix-en-Provence

23 / 07 / 2023 - Albert GARRIGA - Tiempo de lectura: 4 min

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Una escena de 'Picture a Day Like This' en Aix-en-Provence © Festival Aix-en-Provence / Jean-Louis FERNANDEZ
Una escena de 'Picture a Day Like This' en Aix-en-Provence © Festival Aix-en-Provence / Jean-Louis FERNANDEZ
Una escena de 'Picture a Day Like This' en Aix-en-Provence © Festival Aix-en-Provence / Jean-Louis FERNANDEZ

Festival Aix-en-Provence

Stravinsky: LES BALLETS RUSSES

Nueva producción

Dirección musical: Klaus Mäkelä. Dirección de montaje y cinematográfica: Rebecca Zlotowski, Bertrand Mandico, Evangelia Kranoti. Orchestre de Paris. Stadium Vitrolles, 10 de julio de 2023.

Festival Aix-en-Provence

Benjamin: PICTURE LIKE THIS

Estreno absoluto

Marianne Crebassa, Anna Prohaska, Beate Mordal, Cameron Shahbazi, John Brancy. Mahler Chamber Orchestra. Dirección musical: George Benjamin. Dirección de escena: Daniel Jeanneteau y Marie-Christine Soma. Théâtre du Jeu de Paume, 13 de julio de 2023.

En los 75 años del Festival d’Aix-en-Provence Pierre Audi, su director, ha querido mostrar el ADN del certamen: el equilibrio entre lo clásico –con Mozart en cabeza— y lo contemporáneo, siempre apostando por nuevas lecturas dramáticas. Resultó brillante esta producción –definida por sus artífices– de arte total, que conjugaba la música de Les Ballets Russes de Stravinsky con el séptimo arte. Un espectáculo visual impactante y musicalmente de nivel superlativo, gracias a la inspirada dirección de Klaus Mäkelä (27 años), titular de la Orquesta de París desde hace tres años. Serguéi Diáguilev encargó a Stravinsky tres composiciones para su compañía, La Consagración de la Primavera (1913), El Pájaro de Fuego (1910) y Petrushka (1911). No es casualidad que se haya programado esta coproducción con la Orquesta de París, ya que estos ballets también han estado bien presentes durante la historia del Festival.

La lectura de Mäkelä fue madura y profunda; en una palabra, genial. La complicidad con su formación es absoluta y si conmocionó al público con El Pájaro de Fuego y en Petrushka sobresalió. Pero lo mejor fue, sin duda, La consagración de la Primavera, donde hizo brillar toda su pátina cromática. La parte fílmica fue de menos a más, con una primera pieza a cargo de Rebecca Zlotowski, quizá, la más reconocida de los tres cineastas, presente en la Mostra de Venecia con Planetarium que protagonizó Natalie Portman en 2016. Precisamente de esta cinta realizó un montaje que visualmente acompañaba a su manera la partitura. La segunda, inédita, quiso buscar los paralelismos de la historia del ballet, esa que tanto se ha visto en escena de la muñeca que cobra vida, con el mundo de la moda; Bertrand Mandico buscó en la parte más truculenta de las maniquís a través de una intrigante split-screen, como hiciera Brian de Palma en Sisters (1973). Pero la más poética, hipnótica y sobre todo, coreográfica de las tres cintas fue, sin duda la dirigida por la griega Evangelia Kranoti, quien puso en la pantalla temas como el cambio climático y la fuerza de la naturaleza, el fuego y las minorías oprimidas.

© Festival Aix-en-Provence / Jean-Louis FERNANDEZ

Una escena de 'Ballets russes' en Aix-en-Provence

Unos días después, en la bombonera que es el Théâtre du Jeau de Paume, George Benjamin propuso el estreno absoluto de su cuarta ópera, Picture a day like this. La colaboración con el compositor y su libretista Martin Crimp parece ya un binomio indisociable y es que ambos consiguen una conjunción sin igual con ese texto tan brillante, teatral a la vez que sonoro.

La historia en la que se basa el libreto, presente en muchas culturas desde Alejandro Magno al budismo, la búsqueda de la felicidad que nunca llega, sirve de marco para relatar en un solo acto y a través de cinco escenas el viaje de una madre que pierde a su hijo y que cree que lo podrá recuperar si antes del amanecer puede obtener un botón de una persona feliz. Ni los amantes, ni el artesano, ni la compositora, ni el coleccionista que lo tiene todo que la hace entrar en el jardín de Zabelle, el personaje mítico que al darse cuenta para qué quiere el botón la madre entiende que su edén no es si no, su propia cage doré. Para este cuarto título, Benjamin quiso desmarcarse un tanto de sus obras predecesoras y concebir una ópera de cámara, con una brillante orquestación, tan cuidada en la creación del clima teatral, de una excelente composición para las voces, que ahonda tan magistralmente en su vertiente más introspectiva, con momentos de gran brillantez y donde La Mujer, personaje que encarna magistralmente Marianne Crebassa.

"Benjamin quiso desmarcarse un tanto de sus obras predecesoras y concebir una ópera de cámara, con una brillante orquestación"

Fantástica también la labor del barítono John Brancy como el artesano y el coleccionista, quien no escatimó en medios para ofrecer unas intervenciones de gran calibre. Excelentes también la soprano Beate Mordal como amante y compositor y el contratenor Cameron Shahbazi como amante y asistente, así como la Zabelle de la joven soprano Anna Prohaska.

Benjamin dirigió la Mahler Chamber Orchestra, que celebraba aquí su vigesimoquinto aniversario, con gran maestría y de la que sobresalió un sonido nítido, voluptuoso, muy teatral a la vez que introspectivo. Coronaron con broche de oro Daniel Jeanneteau y Marie-Christine Soma quienes concibieron un espacio escénico muy dúctil y con cambios de escena a vista maravillosos culminando con el jardín de Zabelle de gran belleza gracias a las proyecciones de Hicham Berrada* Albert GARRIGA, crítico de ÓPERA ACTUAL