CRÍTICAS
INTERNACIONAL
Pesaro: Juegos de palabras y obscenidades
Rossini Opera Festival
Rossini: L’EQUIVOCO STRAVAGANTE
Nueva producción
Teresa Iervolino, Paolo Bordogna, Davide Luciano, Pavel Kolgatin, Claudia Muschio, Manuel Amati. Direción: Carlo Rizzi. Direción de escena: Moshe Leiser e Patrice Caurier. Vitifrigo Arena, 13 agosto 2019
Compuesta cuando solo tenía 19 años, L’equivoco stragante es el primer «drama giocoso» de Rossini y su tercera ópera, después del «drama serio» Demetrio e Polibio y de la «farsa comica» La cambiale di matrimonio. También es una de sus obras menos conocidas, porque el libretista Gaetano Gasparri lo llenó con dobles sentidos obscenos con el resultado de que después de la tercera función la censura la prohibió y desde entonces se ha representado en muy pocas ocasiones. Este oscuro libretista no debe considerarse un defensor de la libertad de expresión, porque sus alusiones obscenas son realmente inútiles: probablemente fueron solo un intento de ocultar su pobreza de ideas, porque ni siquiera hacen reír. Pero el resto de sus juegos de palabras son bastante divertidos: por ejemplo, cuando la protagonista, Ernestina, se expresa en un lenguaje pomposo y ridículo con el fin de impresionar a todos con su cultura, o cuando su padre Gamberotto habla de manera absurda y cometiendo errores gramaticales, mostrando que solo es un ignorante enriquecido.
Probablemente Moshe Leiser y Patrice Caurier pensaron que era inútil tratar de modernizar este libreto y han ambientado la obra en un elegante apartamento de principios del siglo XIX, pero con algunos detalles divertidos surrealistas que resaltan lo absurdo de la historia. En el primer acto también destacan las alusiones obscenas, descuidando en cambio la sátira de la pequeña burguesía de la época, que sugirió a Rossini una comedia seguramente más aguda que esos juegos de palabras cómicas que actualmente no escandalizan a nadie. En cambio, en el segundo acto, su dirección escénica tiene algunas ideas más originales y brillantes.
Carlo Rizzi dirigió con los tempi adecuados y la justa vivacidad. Y gracias también a la Orquesta Sinfónica Nacional de la RAI, que demostró que a los 19 años Rossini orquestaba con elegancia y sabiduría.
Teresa Iervolino (Ernestina) es una espléndida protagonista, vocalmente perfecta y muy agradable, tanto cuando se hace pasar por erudita como cuando cede a lo que es más natural en una joven: el amor. Paolo Bordogna (Gamberotto) nunca decepciona: en él coinciden a la perfección el cantante y el actor y el resultado es irresistiblemente divertido, pero sin excesos caricaturescos. El joven Davide Luciano (Buralicchio) es actualmente también una garantía en este repertorio, en el que destaca por su sentido de la proporción, atención al estilo y al detalle. El tenor Pavel Kolgatin (Ermanno) fue el más más flojo, pero su personaje es el más débil de todos los protagonistas. Completan el reparto a la perfección Claudia Muschio y Manuel Amati, que están muy divertidos en sus respectivos papeles de sirvientes. – ÓA
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