CRÍTICAS
INTERNACIONAL
‘Pelléas’ sin simbolismo y con doble dirección
Spoleto
Festival dei Due Mondi
Debussy: PELLÉAS ET MÉLISANDE
Nueva producción
Patricia Petibon, Yvonne Naef, Bernard Richter, Tassis Christoyannis, Nicolas Testé, Peter Harvey, Oliver Michael. Dirección musical: Ivan Fischer. Dirección de escena: Ivan Fischer y Marco Gandini. 25 de junio 2023.
El maestro Ivan Fischer tomó a su cargo no solo la dirección musical de esta nueva producción de Pelléas et Mélisande, sino también la escénica, con la colaboración en este caso de un regista experto como Marco Gandini. Sin duda fue del propio Fischer la idea de colocar a la orquesta en el escenario para reafirmar que se trata de la auténtica protagonista de la ópera de Debussy. La consecuencia fue, sin embargo, que quedaba solamente libre una zona de apenas un par de metros delante de los músicos con tan solo dos pequeños practicables al fondo, uno de los cuales representaba la torre y el otro servía para todos los internos del castillo. Todo ello limitaba bastante la posibilidad de la acción de los solistas. La presencia de la orquesta, además, hacía imposible todo cambio en la escenografía, de tal modo que el cuadro inicial –que debe representar un bosque– permaneció intacto a lo largo de toda la ópera a despecho de los cambios previstos en los diferentes cuadros. Tampoco la contribución de las luces sobrepasó la modestia y así cuanto se vio no se alejó mucho de una ejecución en forma de concierto.
Aunque muy discutible como regista, Fischer se mostró óptimo como director musical. Entre ambos Fischer acordaron reducir, si no eliminar totalmente, el halo de misterio, arcano y enigmático que permea esta ópera, lo que suponía eliminar su simbolismo, que se ha considerado siempre la esencia misma de la obra. La realización musical, en cambio, fue soberbia y tanto el directos húngaro como la magnífica Budapest Festival Orchestra pusieron espléndidamente de relieve las infinitas preciosidades de la orquestación, si bien en lugar de infundirle el flou vaporoso y matizado que se considera la marca de fábrica del compositor –al menos hasta la llegada de Pierre Boulez– la iluminaron con una luz fuerte y nítida.
De gran nivel el reparto. Con su cabellera roja y su perfil delicado, Patricia Petibon parecía haber salido de un cuadro del pintor simbolista Gustave Moreau, personificando a una Mélisande perfecta, etérea y frágil, que mostraba claramente su turbación amorosa. El Pelléas de Bernard Richter fue un adolescente ingenuo y entusiasta ante su primer amor. Tassis Chistoyannis fue un excelente Golaud, subrayando su carácter violento e impulsivo de este barítono méchant pero dentro de un estilo y sin acentuar los acentos veristas. Nicolas Testé prestó su voz oscura y sólida al personaje de Arkel, presentándolo como un hombre anciano pero en quien vibran aún las pasiones y no como un ser ya distanciado del mundo. Resultó un auténtico lujo Yvonne Naef en el breve papel de Geneviève.
Teatro concurrido, aunque no llegando al lleno completo y éxito caluroso, algo poco común en ópera de un género que no suele excitar al público. * Mauro MARIANI, corresponsal en Italia de ÓPERA ACTUAL