CRÍTICAS
NACIONAL
Oviedo: Una zarzuela colectiva
Festival de Teatro Lírico Español
Moreno Torroba: LUISA FERNANDA
Clausura del Festival
Davinia Rodríguez, Sabina Puértolas, Àngel Òdena, Joel Prieto, María José Suárez, Manel Esteve, Ana Nebot, Juan Naval-Moro, Didier Otaola, David Rubiera. Dirección: Óliver Díaz. Dirección de escena: Emilio Sagi. Teatro Campoamor, 20 de junio de 2019.
Programar Luisa Fernanda, paradigma de zarzuela grande y obra cumbre del maestro Federico Moreno Torroba, es siempre correr un riesgo. Primero, para reunir a un conjunto de cantantes de primera línea, porque la partitura no admite medianías, en una producción musical y escénicamente a la altura de lo que la zarzuela debe ser hoy. Después, por el reto que supone dar vida a coros y romanzas tan instalados en el oído y el acervo musical colectivos que invitan a canturrear. La mazurca de las sombrillas, “Caballero del alto plumero”, “Luche la fe por el triunfo”… Prácticamente cada número podría convertirse en un gigantesco karaoke colectivo.
El equipo reunido en el Campoamor para despedir el XXVI Festival de Teatro Lírico de Oviedo superó la prueba, en una propuesta a la altura de coliseos con presupuestos mucho más abultados. A un gran reparto se unió el acierto de unir el trabajo escénico de Emilio Sagi, que ha marcado el camino a seguir para la siempre pendiente reivindicación final de nuestro género nacional; con el saber hacer del maestro Óliver Díaz, director musical del Teatro de La Zarzuela de Madrid.
El festival ovetense es el único que, siguiendo la estela del teatro madrileño, mantiene año tras año su compromiso de hacer, en palabras de Sagi y dentro de las restricciones económicas, “zarzuela con el rigor y los medios necesarios para que esté bien hecha”. Desde el foso hasta la escena, más allá de las carencias de un teatro prácticamente obsoleto en lo que a medios técnicos se refiere como es el caso del Campoamor.

Davinia Rodríguez como Luisa Fernanda junto al Vidal Hernando de Ángel Ódena
En ese empeño se implican directores y cantantes. Más allá del trasfondo político, Luisa Fernanda habla de sentimientos, de la eterna batalla entre la cabeza y el corazón, y de un enfrentamiento por amor. Como el profundo y generoso de Vidal Hernando, con la ovación del público para Àngel Òdena, que ofreció una interpretación entregada y pasional, rotunda en lo vocal. O el querer interesado de Javier Moreno, a cargo del tenor Joel Prieto, de emisión limpia y fraseo siempre cuidado. La voz de Davinia Rodríguez puede no ser la ideal para el personaje que da título a la zarzuela, pero su Luisa, ya con recorrido a la espalda, cuenta con personalidad propia. Impecable la Duquesa Carolina de Sabina Puértolas, capaz de hacer parecer sencillas partes de gran complejidad técnica, disfrutando cada nota y magistral en dúos plenos de vis teatral.
Pero Luisa Fernanda no solo la componen los cuatro personajes principales. A ese apacible rincón de Madrid también le dieron vida la Doña Mariana de María José Suárez, Ana Nebot como Rosita, Manel Esteve, Juan Noval-Moro o Didier Otaola. Un equipo de lujo, llevado en volandas por el maestro Díaz, comandando la orquesta Oviedo Filarmonía y la Capilla Polifónica Ciudad de Oviedo.
Desde su estreno en 1932, Luisa Fernanda es una de las zarzuelas más representadas y el apellido Sagi siempre ha estado asociado con ella. El barítono Emilio Sagi-Barba fue Vidal en su estreno absoluto, y del ingenio de su nieto nació una producción que, pasados 16 años tras su estreno nada menos que en La Scala de Milán, incluso antes de su desembarco en el Teatro Real de Madrid, sigue siendo de absoluta referencia. Tanto como su ya clásica propuesta para La del manojo de rosas de Sorozábal, siendo radicalmente distintas.