Nuevo triunfo de Sara Blanch en la meca rossiniana

Pésaro

17 / 08 / 2023 - Mauro MARIANI - Tiempo de lectura: 3 min

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blanch pésaro Una escena de 'Aureliano in Palmira' con Sara Blanch © ROF
blanch pésaro Una escena de 'Aureliano in Palmira' con Sara Blanch © ROF
blanch pésaro Una escena de 'Aureliano in Palmira' con Sara Blanch © ROF

Rossini Opera Festival

Rossini: AURELIANO IN PALMIRA

Sara Blanch, Raffaella Lupinacci, Marta Pluda, Alexey Tatarintsev, Alessandro Abis, Sunnyboy Dladla, Davide Giangregorio. Dirección musical: George Petrou. Dirección de escena: Mario Martone. Vitrifrigo Arena 12 agosto 2023.

En 1813 el estreno de Aureliano in Palmira en La Scala de Milán fue un gran fracaso, tanto que Rossini pensó en salvar al menos algunas partes reutilizándolas en obras posteriores. Es por esto que la Sinfonía de estas ópera es hoy conocida por todos porque se escucha en Il barbiere di Siviglia. Es difícil entender las razones de ese fracaso. No hay nada particularmente nuevo y original, porque el joven Rossini (¡tenía veintiún años!) siguió el modelo de la obra seria del siglo XVIII, es decir, un conjunto de arias entre las cuales se insertan pocas piezas de conjunto y grandes concertati al final de los dos actos. Sin embargo, el mecanismo funciona muy bien, si no se exige demasiado. Las arias tienen melodías no particularmente memorables, pero no carentes de dulce y penetrante expresividad, de tensión dramática o de áulica nobleza.

El director George Petrou es un especialista de la música barroca y, en particular, de Händel, y probablemente eso le ayudó a seguir amorosamente el desarrollo de las melodías, a valorar con atención las particularidades del fraseo y a captar con claridad los viejos patrones que aún emergen en algunas arias. No le ayudó, en cambio, a dar a Aureliano in Palmira los tiempos rápidos y ensalzados, típicos del compositor. Pero el balance global es más que positivo.

"La voz de Sara Blanch es inmaculada, luminosa y ágil, la técnica y el estilo son absolutamente impecables y no carece de la intensidad y la energía necesarias"

Sara Blanch, quien debutó en en el ROF de Pésaro hace diez años como soprano ligera, demostró ser perfectamente capaz de enfrentarse a partes más dramáticas: su voz es inmaculada, luminosa y ágil, la técnica y el estilo son absolutamente impecables y no carece de la intensidad y la energía necesarias para hacer una heroína enamorada, pero también orgullosa y viril como es Zenobia, reina de Palmira. Raffaella Lupinacci, ausente en la programación de Pésaro desde hacía algunos años, demostró una gran madurez tanto como voz como intérprete, interpretando perfectamente el papel de disfraz del guerrero Arsace. El tercer protagonista fue Alexey Tatarintsev, quien en la parte ardua de Aureliano se hizo apreciar, a pesar de su timbre bastante ingrato, por su seguridad y por sus agudos, pero a veces exhibidos y mantenidos más allá de lo necesario. Alessandro Abis y Marta Pluda se han hecho valer en los papeles menores pero nada despreciables del Gran Sacerdote y de Publia, a quienes corresponde un aria cada uno y amplias intervenciones en las piezas de conjunto.

El espectáculo escécnico había sido creado por el director Mario Martone en 2014 en el Teatro Rossini y se volvió a montar con algunas adaptaciones inevitables en el gran Vitrifrigo Arena, habitualmente sede de eventos deportivos. La transferencia no le ayudó mucho, porque la conocida capacidad de Martone para hacer teatro con muy poco – escenas muy simples y recitación minimalista– funcionó en la colección Teatro Rossini mientras que en el escenario muy amplio de la arena todo parecía lejano, pobre y frío. * Mauro MARIANI, corresponsal en Pésaro de ÓPERA ACTUAL