CRÍTICAS
NACIONAL
Chispeante ‘Barbero’ aragonés
Zaragoza
Temporada de Lírica y Danza del Gobierno de Aragón
Rossini: IL BARBIERE DI SIVIGLIA
Paola Leguizamón, Borja Quiza, Pablo Martínez, Ricardo Seguel, Pavel Chervinsky, Amparo Navarro, Omár Lara. Dirección musical: Ricardo Casero. Dirección de escena: Leo Castaldi. Teatro Principal, 5 de noviembre de 2022.
Se reponía en Zaragoza la considerada como la esencia de la ópera bufa, habiendo transcurrido ya 206 años desde su accidentado estreno en el Teatro Argentina de Roma por el legendario tenor español Manuel García. La propuesta forma parte de la segunda Temporada de Lírica y Danza que organiza la Dirección General de Cultura del Gobierno de Aragón, una iniciativa que hay que aplaudir por su valentía.
No cabe ningún epíteto negativo para la dirección escénica de Leo Castaldi, ambientada en un marco vanguardista rockero (la guitarra de Figaro era eléctrica), con indumentarias mixtas de época y actuales que recordaban a la denominada escuela de la commedia dell’arte y a las marionetas de finales del siglo XIX italiano, con los piccoli de Podrecca, sobre todo en el vestido estrambótico de Rosina; con unos decorados también en la misma línea y buenos efectos con los juegos de luces. Ricardo Casero, al frente de la Orquesta Reino de Aragón, que tuvo que reducir a 40 músicos, dadas las medidas del mini foso del Teatro Principal, en una línea de sobriedad, supo imprimir a la música del genio de Pésaro todos los armónicos de su carácter bufón y burlesco, pero con arranques de lirismo y secuencias de un delicado impresionismo.
Cabe calificar de muy aceptable la actuación de Borja Quiza (Premio ÓPERA ACTUAL 2009) como Fígaro, con buena dicción, línea de canto, agudos potentes y gran expresión escénica. La mezzosoprano colombiana Paola Leguizamón estuvo muy inspirada en todas las acrobacias vocales requeridas en el aria “Una voce poco fa”. El tenor lírico-ligero Pablo Martínez, anduvo nervioso en “Ecco ridente” pero pronto se fue entonando y entusiasmó al público en el sentimiento que imprimió al aria “Se il mio nome”; también tuvo gran vitalidad en escena. El bajo barítono-chileno Ricardo Seguel, que sustituyó a Carlos Chausson, cumplió con fluidez y facilidad. Pavel Chervinshy hizo una buena interpretación de Don Basilio y su Calumnia tuvo empaque, aunque hubo algún pase desafinado. Entre los personajes menores, destacaron Omár Lara y Amparo Navarro. Mención especial para el coro masculino Amici Musicae, con voces muy bien empastadas y de gran calidad. El público, que llenaba a rebosar el teatro, ovacionó con profusión en escenas abiertas y al final de la representación. * Miguel Ángel SANTOLARIA, colaborador de ÓPERA ACTUAL
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