Minkowski y el sentido del drama y la emoción

Madrid

19 / 02 / 2023 - Mario MUÑOZ - Tiempo de lectura: 3 min

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alcina-operaactual-cndm (1) Una imagen de 'Alcina' en Madrid © CNDM / Rafa MARTÍN
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Centro Nacional de Difusión Musical

Händel: ALCINA

En versión de concierto

Magdalena Kozená, Anna Bonitatibus, Elizabeth Deshong, Erin Morley, Valerio Contaldo, Alex Rosen y Alois Mühlbacher. Les Musiciens du Louvre. Dirección: Marc Minkowski. Auditorio Nacional, 15 de febrero de 2023.

Qué orquesta… Ese sería el resumen si una limitación de espacio más exigente se impusiera. En el verano de 2004 se presentaron Les Musiciens del Louvre en el Teatro Real con Marc Minkowski a la cabeza y un oratorio de juventud de Händel en los atriles. Cuando Verónica Cangemi cantó el aria final (“Tu de ciel, ministro eletto”) se echó a llorar. De pura emoción. No pasa muy a menudo en las orquestas, pero en Les Musiciens más porque no buscan la excelencia técnica, aunque la tengan. Se trata de sentido del drama, de entender los mecanismos de la emoción para facilitarla. Y Minkowski en eso es un mago. Un ejemplo: en la última aria en solitario de Alcina (“Mi restano le lagrime”, tercer acto) la maga percibe por primera vez su soledad abisal y la disolución de todo su mundo, mientras canta aquello de “Solo me queda llorar”. Es un aria da capo para cuerdas, y para cuando llega la repetición Minkowski apaga a toda la orquesta, dejando únicamente a los solistas de cada sección, convirtiendo todo el conjunto en un cuarteto de cuerdas y representando de manera privilegiada las mandíbulas de esa soledad de Alcina. Se es respetuoso con la obra porque la orquesta ha tocado íntegramente lo que dice la partitura, pero también se es por el uso interpretativo al aportar sensibilidad y lenguaje retórico en el da capo.

Ayudaba a la fascinante lectura, indudablemente, el hecho de tener a la orquesta completa, y no las versiones de bolsillo a las que desgraciadamente ya el público se ha acostumbrado. Les Musiciens vino con 44 músicos para dibujar cada detalle. Y la obra no era cualquier cosa: una de sus mejores óperas de madurez en ese segundo estallido de genialidad que dejó, en un margen de tiempo cortísimo, tres obras maestras: Ariodante, Orlando y Alcina. Minkowski mimó a los cantantes como se ve poco en estos días, moderando el volumen, sacrificando si era necesario las dinámicas y subrayando con efectos sonoros la magia que desborda la trama. Fantásticas intervenciones solistas a cargo de la concertino, Alice Pierot, y del violonchelista Gauthier Broutin, que regaló una cadencia final repleta de ecos estilísticos internacionales.

"También a un nivel superlativo la Morgana de Erin Morley, que llegó prácticamente desconocida y salió justamente ovacionada, con la medida justa entre arrojo e inocencia"

El apartado vocal también vino con algunas sorpresas. En primer lugar, el fantástico estado de forma de Magdalena Kozená, una mezzo no siempre reconocida como tal y que fascinaba en los discos por su vibrato natural, pero se perdía en las injustas dimensiones de las salas de concierto. La madurez le ha traído una inteligencia interpretativa perfecta, que consigue integrar en su discurso las debilidades de la voz (ese registro grave…) con los destellos de la belleza del timbre, la emoción contenida que traslada en los fraseos y una faceta actoral sobresaliente. Maravillosa Alcina, en suma, y más pensando que la última que pudo verse completa en el Auditorio llevaba la firma de Joyce DiDonato.

También a un nivel superlativo estuvo la Morgana de Erin Morley, que llegó prácticamente desconocida y salió justamente ovacionada, con la medida justa entre arrojo e inocencia, facilidad en la coloratura y sentido del riesgo en cada da capo. Buen nivel del resto del reparto femenino y especial atención en el masculino del bajo Alex Rosen (Melisso), de quien sería fantástico poder escuchar una ópera con mayor enjundia en el papel de bajo (¿Orlando?). Gran coro también para una Alcina inolvidable en uno de los puntos álgidos del Universo Barroco del CNDM, antes de la siguiente parada en la gira europea del conjunto en el Liceu barcelonés.  * Mario MUÑOZ, corresponsal en Madrid de ÓPERA ACTUAL