CRÍTICAS
INTERNACIONAL
Milán: 'Idomeneo' con dramaturgo
Teatro alla Scala
Mozart: IDOMENEO
Federica Lombardi, Giorgio Misseri, Michèle Losier, Julia Kleiter, Bernard Richter, Kresimir Spicer, Emanuele Cordaro. Dirección: Diego Fasolis. Dirección de escena: Matthias Hartmann. 22 de mayo de 2019.
Aún con mejores resultados en relación con el último y mastodóntico esfuerzo productivo del frustrante Freischütz en este teatro, esta puesta en escena de Matthias Hartmann de Idomeneo con escenografía de Volker Hintermeier, vestuario de Malte Lubben y luces de Mathias Marker, daba la impresión de eludir una propuesta escénica concreta, aunque figure también en nómina un hoy por hoy imprescindible dramaturgo, Michael Kuster en este caso.
Se ha descrito el conjunto como un plato giratorio de un microondas enorme con el armazón de una nave y una enorme cabeza de toro practicable (¿El Minotauro, acaso? ¿Será pues él el monstruo sediento de sangre enviado por el enfurecido Neptuno?) girando incesantemente. Otro monstruo que nada añade a esta obra maestra y que en muchos momentos perjudica la ejecución musical, donde los intérpretes ocupan la parte delantera del proscenio la mayor parte del tiempo como si se estuviese ante una versión en forma de concierto.
La dirección de Diego Fasolis al frente de una orquesta y unos coros superlativos –la masa coral, preparada magistralmente por Bruno Casoni–, parecía navegar contra el viento, aunque con habilidad. Esta partitura del divino salzburgués, y pese al libreto mitológico y clasicista, mira hacia delante y su absoluta belleza anticipa tanto la monumentalidad beethoveniana como el romanticismo de Weber. Insistir en el barroquismo del sonido puede tener su propia fascinación, pero menoscaba el valor de la música.
De general modestia, aunque con plena suficiencia en todos los participantes, resultó el reparto, en el cual la Elettra de Federica Lombardi, única italiana del cast junto al válido tenor Giorgio Misseri como Arbace, fue la principal atracción por calidad canora y por compromiso vocal y estilístico. Su gran escena del tercer acto –en La Scala, segunda parte de la ópera– que culmina con el aria “D’Oreste, d’Ajace” fue acogida con un prolongado aplauso.

Bernard Richter como Idomeneo, junto a la Idamante de Michèle Losier
Habiendo resuelto con discreta agilidad la versión más elaborada de su aria principal, el tenor protagonista, Bernard Richter, tuvo además que luchar con una disposición escénica que le llevaba a enfrentarse con el toro en el fondo del escenario. Mereció también la aprobación del público la aportación de Julia Kleiter, que pasó no obstante sin dejar huella. Modesta la participación de la mezzosoprano Michèle Losier (Idamante) en un papel para el que hay muchas candidatas locales más idóneas. Kresimir Spicer (Gran Sacerdote de Neptuno) y Emanuele Cordaro (Voz de Neptuno emitida con hermosa proyección desde el palco real) completaban el reparto junto a Silvia Spruzzola y Olivia Antoshkina (dos cretenses) y Massimilaino Di Fino y Marco Granata (dos troyanos).
CRÍTICAS RELACIONADAS