Memorable noche de ópera estadounidense

París

27 / 03 / 2023 - Jaume ESTAPÀ - Tiempo de lectura: 3 min

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nixon paris Una escena de la nueva producción de 'Nixon in China' de Valentina Carrasco © Opéra de Paris / Elena BAUER
nixon paris Una escena de la nueva producción de 'Nixon in China' de Valentina Carrasco © Opéra de Paris / Elena BAUER
nixon paris Una escena de la nueva producción de 'Nixon in China' de Valentina Carrasco © Opéra de Paris / Elena BAUER

Opéra de Paris

Adams: NIXON IN CHINA

Nueva producción

Thomas Hampson, Renée Fleming, Xiaomeng Zhang, Joshua Bloom, John Matthew Myers, Kathleen Kim, Yajie Zhang, Ning Liang, Emanuela Pascu. Dirección musical: Gustavo Dudamel. Dirección de escena: Valentina Carrasco. 25 de marzo 2023.

Más de tres décadas después de su estreno absoluto llegó con todos los honores a la Ópera Nacional de París la ópera compuesta por John Adams Nixon in China (1987), obra que celebra el gesto apaciguador de Richard Nixon y Mao-Tse-Tung en una cumbre política que vuelve a la actualidad en un momento en el que las relaciones entre las dos potencias no parecen ser muy cordiales. La obra escrita a partir de una idea del director de escena Peter Sellars, con el magnífico libreto de Alice Goodman, relata, a su manera, el histórico encuentro de ambos estadistas en 1972.

Gustavo Dudamel alcanzó una intensidad musical raramente vista en la casa. El director venezolano se apoderó de la partitura con entusiasmo, con reales ganas de dar a cada pulsión —las hubo en cantidad— vida y sentido musical. Se mostró imperial. Transformó en música celestial los infinitos y complejos ostinati, de riquísimo cromatismo y gran variedad rítmica, que expresaban la violencia subyacente de algunos diálogos y el tedio de los imprescindibles discursos oficiales. Al tiempo, mantuvo el nivel sonoro de la orquesta compatible con las capacidades vocales de los cantantes. Este punto merece ser subrayado dado que, por un lado, no ha sido en otras ocasiones el punto fuerte del director y que en esta no era fácil respetarlo.

"Thomas Hampson, figura primordial de la noche como Richard Nixon, dio una doble visión del personaje —Presidente y de hombre común— con naturalidad, sin particular afectación"

Thomas Hampson, figura primordial de la noche como Richard Nixon, dio una doble visión del personaje —como presidente y de hombre común— con naturalidad, sin particular afectación; su voz, profunda, viril, de timbre de color claroscuro, definió con precisión los decires de la persona en los diálogos íntimos con su esposa y de su función presidencial en las demás situaciones. Renée Fleming (Pat Nixon) mantuvo alto el pabellón americano en una situación diplomática apacible solamente en apariencia. Lo mismo se dirá de las voces y del trabajo dramático —de diferente orientación pero de gran calidad— de la pareja dirigente china: el tenor John Matthew Myers (Mao-Tse-Tung) y la soprano Kathleen Kim (Chiang-Ch’ing, su esposa). Joshua Bloom, como el Secretario de Estado Henry Kissinger, se mantuvo a menudo en segunda línea, tal y como convenía a su función. Más visible, pero de igual interés, el personaje de Chu En-Lai estuvo bien representado por Xiaomeng Zhang, barítono chino de voz contundente, timbre claro y emisión de gran fluidez. Completaron el reparto como las tres secretarias de Mao Yajie Zhang, Ning Liang y Emanuela Pascu. El coro de la casa, bien preparado por ChingLien Wu, creó un momento musical (y visual) de calidad a cada una de sus intervenciones.

En una escenografía del barcelonés Carles Berga, la directora de escena Valentina Carrasco utilizó repetidamente el juego del ping-pong para parodiar las conversaciones entre los dirigentes. Más allá de la estricta observancia del libreto, la regista argentina —se supone que con la venia de John Adams— quiso mostrar lo que se tramaba en la trastienda de cada uno de los dos países al margen de las apaciguadoras relaciones diplomáticas. Aludió fugazmente a los estadounidenses caídos en la guerra de Vietnam, y se adentró con saña en la feroz represión político-cultural maoísta de la llamada Revolución Cultural (1966-67); Carrasco se permitió introducir una morcilla de talla en la representación teatral, un vídeo en el que un profesor de música chino relata con cierto detalle las violencias causadas contra la música y contra los músicos chinos por los maoístas durante aquel negro momento.  * Jaume ESTAPÀ, corresponsal en París de ÓPERA ACTUAL