Marina Rebeka se reencuentra con su público

Valencia

07 / 02 / 2023 - César RUS - Tiempo de lectura: 3 min

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marinarebeka-operaactual-palaudelesarts (1) La soprano Marina Rebeka en Les Arts © Palau de Les Arts / Mikel PONCE
marinarebeka-operaactual-palaudelesarts (1) La soprano Marina Rebeka © Palau de Les Arts / Mikel PONCE

Palau de Les Arts

Recital de MARINA REBEKA

Les Arts és 'Lied'

Obras de Verdi, Tosti, Respighi, Cui, Chaikovky y Rajmáninov. Mathieu Pordoy, piano. 4 de febrero de 2023.

 

Tras dos aplazamientos y cancelaciones, las de Christian Gerhaher y Andrè Schuen, por fin tuvo lugar el inicio del ciclo de Lied del Palau de Les Arts y con una cantante, como Marina Rebeka, que no es especialista en el género. Sin embargo, la oportunidad permitió el reencuentro de la diva letona con su público y es siempre grato ver cómo a lo largo de los años una cantante establece una relación especial con un teatro que la ha visto triunfar desde sus inicios: ese es el caso de Valencia con Marina Rebeka. La soprano debutó en la ciudad cuando era una desconocida, bajo la batuta de Zubin Mehta interpretando Micaëla en el ya lejano 2010. Desde entonces se ha convertido en una estrella internacional, de hecho alternó este recital con las interpretaciones de I vespri siciliani en La Scala. En Valencia ha interpretado La Traviata pero, sin duda, su gran triunfo fue la temporada pasada cuando eligió Valencia para su primera Butterfly.

"Su interpretación fue de menos a más, desde un Verdi bien cantado pero con la voz todavía no muy flexible, hasta un Respighi donde supo encontrar los colores adecuados en 'Notte'"

Comenzó el recital con una selección de canción italiana que recogía obras de Verdi, Tosti y Respighi. Su interpretación fue de menos a más, desde un Verdi bien cantado pero con la voz todavía no muy flexible, hasta un Respighi donde supo encontrar los colores adecuados en Notte y no cayó en excesos para interpretar Nebbie. La segunda parte estuvo dedicada al repertorio ruso con páginas de Cui, Chaikovsky y Rajmáninov. Por un pequeño lapsus memorístico, tuvo que repetir el inicio de “Rocé una flor” de Cui, algo que quedó en simple anécdota. Por lo demás, la soprano lució un canto pleno, fresco y con un dominio absoluto de todos los recursos, destacando especialmente el control de las dinámicas. Pero, como suele ocurrir en este tipo de cantantes, el plato fuerte llegó en la tanda de bises. Comenzó con “Un bel dì vedremo” que quiso dedicar al público recordando su éxito la pasada temporada. Recreó la magia de entonces con ese timbre irisado de tintes tan azules como sus ojos.

Después una intensa “Ebben? Ne andrò lontana” cuyo dramatismo contrastó con la frescura y flexibilidad que ofreció inmediatamente después en el vals de Musetta. Cerró el concierto con una antológica interpretación del bolero de I vespri siciliani. En definitiva, un emotivo reencuentro de la soprano con un público que la quiere y la admira. No debería tardar en volver.

A su lado, desde el piano, contó con Mathieu Pordoy como escudero fiel quien demostró sensibilidad en el acompañamiento, pero también una exquisita voz propia en el Notturno de Respighi.  * César RUS, corresponsal en Valencia de ÓPERA ACTUAL