Londres: Britten recuerda a Harper

14 / 05 / 2019 - Eduardo BENARROCH - Tiempo de lectura: 2 minutos

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La producción de Deborah Warner, estrenada en Madrid, ahonda en la naturaleza humana del conjunto de protagonistas de 'Billy Budd' © The Royal Opera / Catherine ASHMORE
La producción de Deborah Warner, estrenada en Madrid, ahonda en la naturaleza humana del conjunto de protagonistas de 'Billy Budd' © The Royal Opera / Catherine ASHMORE
La producción de Deborah Warner, estrenada en Madrid, ahonda en la naturaleza humana del conjunto de protagonistas de 'Billy Budd' © The Royal Opera / Catherine ASHMORE
La producción de Deborah Warner, estrenada en Madrid, ahonda en la naturaleza humana del conjunto de protagonistas de 'Billy Budd' © The Royal Opera / Catherine ASHMORE
La producción de Deborah Warner, estrenada en Madrid, ahonda en la naturaleza humana del conjunto de protagonistas de 'Billy Budd' © The Royal Opera / Catherine ASHMORE

The Royal Opera House - Covent Garden

Britten: BILLY BUDD

Función en memoria de Heather Harper

Toby Spence, David Soar, Thomas Oliemans, Brindley Sherratt, Jacques Imbrailo, Clive Bayley, Peter Kellner. Dirección: Ivor Bolton. Dirección de escena: Deborah Warner. 10 de mayo de 2019.

Dedicada a la memoria de Heather Harper, la gran soprano británica fallecida en abril y célebre por sus interpretaciones de obras de Wagner, Mozart, Strauss y, sobre todo, Britten, la función de esta ópera del compositor inglés desprendió fuerza dramática y sobre todo una musicalidad impecable.  Esta obra con reparto íntegramente masculino puede caer en el cliché, pero Deborah Warner evitó desbordes caracterizando cada rol en forma exquisita en una producción estrenada en el Teatro Real de Madrid. Las reacciones de los oficiales buscando la guía de su Capitán al juzgar a Billy es un reflejo de las dudas de todos frente a una situación imposible.

La producción, sin embargo, tiene sus pequeños detalles sin sentido, como poner al capitán en una bañera, por ejemplo, o hacer subir a orquesta y director al final de la obra. Britten organiza a sus personajes en forma detallada y los mueve como peones de un juego de ajedrez dramático. El sacrificio de Billy se justifica en tiempos de guerra y la férrea disciplina naval -y su honor- es mantenida para proteger al Rey. Al final, los mismos marineros que protestan tanto acaban siendo los mismos que vuelcan sus frustraciones contra el enemigo, en este caso los franceses.

Esta obra ha contado siempre con distinguidos protagonistas. Jacques Imbrailo los sobrepasó a todos: su creación no solo fue musicalmente impecable, ya que sus movimientos corpóreos mostraron facetas nuevas del papel, a un joven atlético siempre alerta, con las piernas siempre listas para trepar el más alto mástil sin dificultad. Un joven inocente, simple, crédulo y fiel.

© ROH / Catherine ASHMORE

Jacques Imbrailo deslumbró con su descarnada interpretación del protagonista

Todos estos aspectos, además de la belleza y de la inocencia del muchacho, se transforman en una mezcla explosiva que despierta en Claggart sus tendencias homosexuales reprimidas. Brindley Sherratt creó un personaje temible, de voz infinitamente cavernosa, que exclamaba su credo al igual que lo hace Jago, con quien tiene mucho en común. Toby Spence destacó por su Vere intelectual, de clase superior, audaz y prudente al mismo tiempo, ansioso por proteger a Billy sabiendo de antemano que no será posible. Su remordimiento le perseguirá hasta su muerte.

Clive Bayley cantó a Dansker con fuerza y actuó con medida simpatía, con los limites impuestos por la disciplina. Todo el amplio elenco brilló musicalmente y se movió en forma convincente dentro del gran escenario abierto. Magnífico el coro y estupenda la orquesta bajo la meticulosa dirección de Ivor Bolton. Un gran y digno homenaje a la Harper.