CRÍTICAS
INTERNACIONAL
Jessica Pratt solventa los impedimentos
Florencia
Teatro del Maggio Musicale Fiorentino
Donizetti: LINDA DI CHAMOUNIX
Nueva producción
Jessica Pratt, Francesco Demuro, Teresa Iervolino, Antonio Prato, Michele Pertusi, Fabio Capitanucci, Marina De Liso, Antonio Garés. Dirección musical: Michele Gamba. Dirección de escena: Cesare Lievi. 21 de septiembre de 2021.
Esta Linda di Chamounix, repuesta ahora con público, se vio ya en streaming el pasado mes de febrero y esta traslación teatral ha significado su mejor confirmación. Ante todo por la exquisitez belcantista de su protagonista, Jessica Pratt, que aunque hizo que se anunciara que sufría una neuralgia de tipo ciático que le impedía realizar todos los movimientos dispuestos por la regia, no se reservó en absoluto en el aspecto vocal e interpretativo. Su voz cristalina, dotada de una extensión considerable, le permite dominar sin problemas la zona sobreaguda sin pecar de exhibicionismo hedonista, con puntature y variaciones –la partitura se ejecutó prácticamente en su totalidad– totalmente motivadas por la situación escénica con una musicalidad preciosa y un gesto personal que la hace inigualable en este papel.
En una parte difícil e ingrata, ya que las dificultades de la tesitura no compensan el carácter desdibujado del personaje, Francesco Demuro conseguía no solo dominarla, lo que representa para él su pan cotidiano, sino combinarla con la intensidad y la dulzura del fraseo y del acento, interpretando un Carlo di Sirval noble, elegante y apasionado.
El papel de Pierotto, cuya canción con el acompañamiento de la ghironda es un signo característico de toda la acción, encontraba en Teresa Iervolino la voz cálida y persuasiva y la interpretación vocal y escénica ideales para trazar la figura del mocetón adolescente. Muy acertado también el Antonio del barítono Antonio Prato, quien tiene a su cargo la frase revolucionaria de la ópera –hay que situarse en la Viena de 1840– «Porque hemos nacido pobres nos creen sin honor», anticipando así la figura de aquel Miller verdiano que se rebelará en nombre de su hija frente al poder constituido por una nobleza absolutista. Bien asimismo la Maddalena de Marina De Liso.
Una vez citado el episódico Intendente de Antonio Garés, resuelto de manera idónea, hay que subrayar las dos magníficas prestaciones de Michele Pertusi, un Prefetto vocalmente autoritario y dúctil en un canto que el tiempo ha mejorado, y de Fabio Capitanucci en el rol bufo del Marquñes de Boisfleury, cantado sin subterfugios ni concesiones al parlato como el carácter del personaje podría sugerir.
Muy buena la prestación del coro preparado por Lorenzo Fratini y apreciable la dirección musical de Michele Gamba, cuyo entusiasmo e impetuosidad en la agógica corrió el riesgo de cubrir a las voces en la abierta acústica del nuevo teatro, con una fosa orquestal que parece un océano y no ayuda a proyectar las voces en escena.
En cuanto al espectáculo dispuesto por Cesare Lievi como director de escena, con los decorados y el vestuario de Luigi Perego y el diseño de luces de Luigi Saccomani, puede afirmarse que transcurrió sin incidentes aunque también sin aportaciones particulares. Se deja ver y en definitiva resulta funcional en la presentación de la trama. Y esto, hoy por hoy, no deja de ser un gran mérito. * Andrea MERLI, crítico en Florencia de ÓPERA ACTUAL
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