Feliz regreso de 'Luisa Fernanda'

Madrid

24 / 06 / 2023 - Mario MUÑOZ - Tiempo de lectura: 3 min

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fernanda madrid Una escena de la reposición de 'Luisa Fernanda' en La Zarzuela © Teatro de La Zarzuela / Javier DEL REAL
fernanda madrid Una escena de la reposición de 'Luisa Fernanda' en La Zarzuela © Teatro de La Zarzuela / Javier DEL REAL
fernanda madrid Una escena de la reposición de 'Luisa Fernanda' en La Zarzuela © Teatro de La Zarzuela / Javier DEL REAL

Teatro de La Zarzuela

Moreno Torroba: LUISA FERNANDA

Carmen Artaza, Juan Jesús Rodríguez, Sabina Puértolas, Ismael Jordi, María José Suárez, Nuria García-Arrés, Emilio Sánchez, Antonio Torres y Didier Otaola. Coro del Teatro de la Zarzuela. Orquesta de la Comunidad de Madrid. Director musical: Miguel Ángel Gómez Martínez. Dirección de escena: Davide Livermore. 21 de junio de 2023.

Las obras de Moreno Torroba, gran melodista, han destacado siempre por su mezcla de lirismo y sentido de lo popular sin llegar a romper el pacto de credulidad que el espectador debe suscribir en cada zarzuela u ópera. No es tanto creerse lo que está pasando como dejarse transportar a los lugares a los que la música quiere transportar al oyente. No ir a buscar el cable por el que vuela el mago. En este sentido, Luisa Fernanda es un triple mortal, introduciendo un triángulo amoroso que se mueve desde las trincheras ciudadanas antimonárquicas de la capital hasta el elogio de aldea del último acto. Así, al libreto más bien superficial de Romero y Fernández-Shaw se le suma la música de Torroba que ambienta lo político, lo urbano, lo amoroso y lo pastoril.

Este montaje del Teatro de La Zarzuela que ahora se repone, se estrenó en 2021, cuando la pandemia obligó a sacrificar algunos elementos vitales, entre otras a la propia orquesta, que tuvo que interpretar una versión con un orgánico muy reducido. Recuperada la normalidad, la producción de Davide Livermore presentó las mismas virtudes y carencias que entonces. Por un lado, la mirada esteta del regista permite una escenografía de gran angular, centrada en el frontal del antiguo Cine Doré que ocupa la práctica totalidad del escenario. Por otro, las proyecciones del cine distraen y se peca de gigantismo, lo que es un problema en la caja escénica de La Zarzuela, que es pequeña para según qué fines. De hecho, el giro del escenario deparó problemas notorios entre actos; no hay suficiente espacio para un movimiento natural del coro ni de los personajes secundarios, y actos como el tercero, que sucede íntegramente en la dehesa extremeña, sufren al adaptarse a una estructura giratoria de carácter urbano, por más que se personalice con mieses y glicinias.

"Vocalmente, destaca la belleza del centro del registro de Carmen Artaza, que sabe embellecer según seduzca o sufra, y que acompaña de buen fraseo"

En el reparto vocal repetían muchos secundarios y ningún protagónico. Luisa Fernanda estuvo encarnada por Carmen Artaza, la ganadora hace un par de años del Primer Premio del Concurso Viñas, que sustituía a la previamente anunciada María José Montiel. En lo actoral Artaza funcionó sin mayores dificultades, aunque todavía le falta algún recorrido por hacer ante un personaje como este, con el cual una melancolía casi enfermiza se ha de adueñar del escenario. Vocalmente destacó por la belleza del centro de su registro que sabe embellecer según seduzca o sufra, y que acompaña de buen fraseo. A Ismael Jordi le tocó defender el personaje peor dibujado y comprendido de la zarzuela, Javier, y lo hizo con el despliegue de medios que acostumbra: agudo facilísimo, sentido del espectáculo, sobreabundancia de sonidos filados y emisión sin trabas. El campeón moral de la obra es Vidal, aquí defendido por Juan Jesús Rodríguez, muy bien llevado en el registro actoral y vocal, tal vez algo pasado de potencia pero con los mejores momentos de la noche, como en “Luche la fe” y “Ay, mi morena” con los bareadores. Perfecta por desenvoltura, adecuación y recursos la Condesa de Sabina Puértolas, recién salida del éxito de Il turco en Italia en la acera de enfrente.

Buena lectura de la ORCAM, conocedora del dialecto emocional de Moreno Torroba y dirección elegante en líneas generales de Miguel Ángel Gómez Martínez en el podio, con un bellísimo interludio entre el segundo y tercer actos (basado en la romanza de Vidal) que una parte del público decidió disfrutar de tertulia.  * Mario MUÑOZ, corresponsal en Madrid de ÓPERA ACTUAL