CRÍTICAS
NACIONAL
La zarzuela en el siglo XXI
Madrid
El Instante Fundación
Jesús RUEDA, David DEL PUERTO y Javier ARIAS: SE VENDE
Estreno absoluto
Soledad Cardoso, Maylín Cruz, Sandra Pastrana, Xavier Mendoza. Madrid Festival Orchestra. Dirección musical: Albert Skuratov. Dirección de escena: José María Sicilia. 6 de mayo de 2021.
El Instante Fundación ha patrocinado y producido diversos espectáculos musicales, como los encargados a Juan Manuel Artero (Baedecker de Abril) Tomás Marco (Sintonía para el Museo del Prado) y muy recientemente Un tiempo enorme, de Jorge Fernández Guerra. Y esta vez estrenó una obra aún más ambiciosa: una zarzuela con solistas, coro y orquesta, con diversas escenografías y una importante aportación audiovisual a cargo de José María Sicilia –quien también ejercía de director de escena–, Javier Rebollo, Fran Marise y Gonzalo Arechavala.
La obra, con música de Jesús Rueda, David del Puerto y Javier Arias, se organiza en torno a un chat en internet, proyectado sobre uno de los escenarios, en el que unos cuantos jóvenes charlan de la actualidad mientras en escena se desarrolla una subasta de políticos (la cosa no queda demasiado clara) protagonizada por un animador subastador, a cargo del barítono Xavier Mendoza, y tres vistosas azafatas encargadas de los lotes, las excelentes Soledad Cardoso y Maylín Cruz (sopranos) y Sandra Pastrana (mezzo), que lucieron descaro interpretativo y excelentes voces, en cometidos nada fáciles y en algún caso de alto virtuosismo.
En el escenario se encontraba también situada la Madrid Festival Orchestra Orquesta, con una gran sección de viento que actuó en algún momento como una banda, y el Coro de la misma Orquesta junto con el Coro Filarmonía, que unidos comentaron y participaron en la acción con entusiasmo y profesionalidad. El conjunto, que por momentos más parecía un circo, lo dirigió con solvencia Albert Skuratov.
Se Vende parte de un gesto de confianza hacia un género español que se dio por muerto hace ya bastantes décadas. Y lo hace como la zarzuela –sobre todo la de género chico– lo hacía con más frecuencia de lo que se piensa: tomando sus motivos de la actualidad más rabiosa, en este caso la corrupción y la Covid, y ofreciendo una mirada crítica y humorística. Mucho humor, la verdad, no hay en este Se Vende, demasiado recargado por el sarcasmo, la dureza de algunas alusiones –la tragedia de la pandemia, que parece un poco sobreañadida, está demasiado próxima– y formas de expresión estética y verbal de la vanguardia de toda la vida, no muy próximas a la sencillez que requiere el género.
Lo importante, sin embargo, es que la obra, con una música que combina todos los géneros, desde el atonalismo a las citas de zarzuelas célebres pasando por valses, reggaetón, musicales o pasodobles, sugiere que descartando de una vez los dogmas estéticos que tanto pesaron en el siglo pasado, y sin renunciar (del todo) a la experimentación estilística, la zarzuela, género que alía el arte y la expresión popular y lo efímero a la voluntad de perdurar, tiene más futuro de lo que muchos habrían pensado. Es de esperar que El Instante Fundación prosiga en esta senda.