La propuesta de Andrade y Kosky que nunca falla

Madrid

03 / 02 / 2020 - Isabel IMAZ - Tiempo de lectura: 2 min

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Olga Peretyatko (Pamina) y Joan Martín-Royo (Papageno), ambos excelentes en sus papeles © Teatro Real / Javier DEL REAL
Una imagen de la cinematográfica producción de Suzanne Andrade y Barrie Kosky © Teatro Real / Javier DEL REAL
Olga Peretyatko, junto al Tamino de Paul Appleby © Teatro Real / Javier DEL REAL

Teatro Real

Mozart: LA FLAUTA MÁGICA

Reparto alternativo

Rafal Siwek, Paul Appleby, Rocío Pérez, Olga Peretyatko, Elena Copons, Gema Coma-Alabert, Marie-Luise. Dreßen, Ruth Rosique, Joan Martín-Royo y Mikeldi Atxalandabaso. Dirección: Ivor Bolton. Dirección de escena: Suzanne Andrade y Barrie Kosky. 21 de enero de 2020.

Tres, dos, uno, ¡acción! La reposición de la cinéfila propuesta de La flauta mágica firmada por Suzanne Andrade y Barrie Kosky siempre es un acierto, no solo por la original idea de llevar la ópera al cine mudo sino por la calidad de la dirección escénica de esta propuesta ya vista en el Real y en el Liceu barcelonés proveniente de la Komische Opera berlinesa. El segundo reparto de la enigmática obra mozartiana (ver crítica del primer reparto en este enlace) desempeñó, en su conjunto, un trabajo más que loable.

"La soprano Olga Peretyatko fue una Pamina cautivadora a nivel canoro, haciendo alarde de una cuidada y natural musicalidad"

El Tamino del tenor Paul Appleby fue en progreso a medida que avanzó la representación, manifestando expresividad interpretativa y un centro vocal muy sugerente. Su pareja en escena, la soprano Olga Peretyatko, fue una Pamina cautivadora a nivel canoro, haciendo alarde de una cuidada y natural musicalidad.

Cabe destacar el sobresaliente Papageno de Joan Martín-Royo tanto en el ámbito actoral como musical, demostrando una vez más su magnífica forma vocal. La soprano Rocío Pérez se lució con un registro agudo fulgurante, precisamente el que exige el rol de La Reina de la Noche, solventando el pulso de la virtuosa partitura y manteniendo templanza. El Sarastro de Rafal Siwek, que también hizo las veces de Orador, resolvió de forma correcta las diferentes escenas con gran firmeza.

Maravilloso el Monostatos de Mikeldi Atxalandabaso, estupenda la Pagagena de Ruth Rosique y perfecto ensamblaje de voces y musicalidad la labor destilada por las Tres Damas interpretadas por Elena Copons, Gemma Coma-Alabert y Marie-Luise Dreßen. Desde en podio, Ivor Bolton mantuvo el nivel con una lectura acorde y convincente.