CRÍTICAS
INTERNACIONAL
La otra Lucia de Donizetti
Tours
Opéra de Tours
Donizetti: LUCIE DE LAMMERMMOOR
Nueva producción
Jodie Devos, Florian Sempey, Matteo Roma, Kevil Amiel, Jean-François Setti, Yoann Le Lan. Dirección musical: Joanna Ślusarczyk. Dirección de escena: Nicola Beloffa. Orchestre Symphonique Région Centre-Val de Loire/Tours. Choeur de l’Opéra de Tours. 3 de febrero 2023.
Gaetano Donizetti no se limitó a traducir los diálogos de Lucia di Lammermmoor para crear la versión francesa de su popular obra. Bien al contrario, compuso una ópera original aprovechando una gran cantidad de material de la anterior, simplificó la orquesta y el aria de la locura, retocó las tesituras y redujo la trama, remplazando los personajes de Alise y Normanno por el cínico y sombrío Gilbert, ausente de la versión italiana. Puso en música los diálogos de Alphonse Royer y Gustavo Vaëz, de estilo más afín a los textos de la tragédie lyrique que al francés de 1839, siendo, en suma, una ópera francesa.
Nicola Berloffa comprendiendo los deseos del compositor centró su puesta en escena sobre el trabajo dramático de los personajes; con inteligencia y conocimiento de la obra tendió a equilibrar visualmente el escenario, acompañó los decires de cada personaje con gestos que acentuaron las intenciones más o menos escondidas de cada uno. Su escenógrafo, Andrea Belli, concibió con gran fortuna espacios estilizados —sin que por ello eludiera algún efecto de gran clase—, de impecable factura, que permitieron a la acción de tener lugar y evitar a los cantantes todo escollo material al momento de cantar. No se olvide el trabajo sutil de iluminación de Valerio Tiberi.
En el podio, la joven Joanna Ślusarczyk fue traduciendo la obra con fineza y sensibilidad; hizo resaltar la calidad francesa de la música de Donizetti, atento al tiempo, con tino y eficacia, lo mismo al foso que al escenario.
Resaltó en los cantantes la adecuada presencia escénica, el dominio de la fonética francesa (no todos era del país) y la convicción para seguir las indicaciones de Berloffa. Jodie Devos hizo gala de su escuela francesa, vocalizando con elegancia y sin ostentación; la soprano interpretó la célebre y esperada escena de la locura con precisión musical, no exenta de emoción, y transmitió su terrible desesperación sin excesos vocales —su coloratura fue justa, elegante, sobria— ni grandes demostraciones de carácter dramático. Florian Sempey (Henri Ashton) fue ejemplo del ejercicio impuesto por el director de escena, imponiendo dramatismo, expresión y violencia, acompañando su gesto con su canto mayormente en forte, de timbre constante y agradable.
Matteo Roma fue un Edgard Ravenswood apasionado, cantando con fuerza y convicción, muy a gusto en el agudo y sin mostrar flaquezas en el centro ni en el grave; llevado por su entusiasmo pecó de justeza cuando la partitura le imponía volumen. Kevin Amiel (Lord Arthur Bucklaw), con intervenciones más largas que en la versión italiana (lo sposino allí), consiguió dar a su personaje presencia y relieve a pesar de la relativa brevedad de su actuación. El bajo Jean–Fernand Setti impuso su voz de trueno en el papel de Raymond, el sacerdote, y fue muy aplaudido. El malvado Gilbert fue magistralmente interpretado por Yoann Le Lan con voz clara, bello timbre y un recitativo impecable, demostrando su capacidad de seducción para con los poderosos de débil carácter —Henri en este caso— con proposiciones de violencia muy directas.
El coro de la casa, por su parte, demostró estar muy bien preparado por David Jackson, dominando la partitura. * Jaume ESTAPÀ, corresponsal en Francia de ÓPERA ACTUAL