CRÍTICAS
NACIONAL
La fiesta del nuevo Barcelona Rossini Opera Festival
Barcelona
Barcelona Rossini Opera Festival
Gala lírica
Concierto inaugural
Sara Blanch, Serena Sáenz, Marina Viotti, Helena Ressureiçao, Natalia Pérez, Juan Francisco Gatell, Raúl Giménez, Alberto Ballesta, Elías Ongay, Jan Antem, Carles Pachón, Carlos Chausson. Viviana Salisi, Josep Buforn, piano. Jorge de la Cruz, guitarra. Teatre Romea, 3 de mayo de 2021.
Con su Concierto Inaugural, el Barcelona Rossini Opera Festival (BROF) dió el pistoletazo de salida a su programación, que se desarrollará en el Teatre Romea de la capital catalana durante el próximo mes de junio. Un Festival que será el primero dedicado exclusivamente a Gioachino Rossini en España y que es fruto de la colaboración entre Òpera de Cambra de Barcelona, proyecto impulsado por Raúl Giménez, y la productora Focus, como ya adelantó ÓPERA ACTUAL.
Había mucha expectación por esta gala inaugural, que llenó el teatro del Raval, pues reunía un ramillete de voces sumamente atractivo. Tras las presentaciones y agradecimientos pertinentes, la velada arrancó con una espectacular exhibición de Sara Blanch, Premio ÓPERA ACTUAL 2016. La soprano catalana, años ha, hizo sus primeros pinitos con Òpera de Cambra de Barcelona en una producción de L’occasione fa il ladro. Y, precisamente con el aria de esta obra demostró que aquella prometedora soprano se ha convertido en una realidad que no deja de crecer. Su progresivo dominio de la escena es paralelo al de su virtuosismo, a lo que hay que añadir un incisivo fraseo y un registro agudo cada día más sólido y brillante.
En su segunda intervención interpretó el dúo de Don Pasquale, de Donizetti, junto a Carlos Chausson, Premio ÓPERA ACTUAL 2009. Fue, sin duda, uno de los momentos álgidos de la velada, en el que comicidad y patetismo se equilibraron de manera excepcional, gracias también a la inestimable colaboración de un espléndido Josep Buforn al piano. En lo que respecta al cantante zaragozano, se empiezan a agotar las hipérboles elogiosas: tan solo subrayar que, a su dominio absoluto de la escena y de todos los recursos de la mejor escuela del basso buffo, hay que añadir una voz rotunda que desafía el paso del tiempo. Tanto con Sara Blanch, como en «Cheti, cheti inmantinente» junto a Jan Antem, regaló una clase magistral a todos los asistentes y a sus jóvenes colegas. Por eso mismo, es muy destacable la prestación de este joven barítono, que consiguió dar buena réplica al maestro. Atención a este cantante porque la voz es muy atractiva, perfectamente proyectada y canta muy bien. Caracaterísticas que también definen a Carles Pachón, Premio ÓPERA ACTUAL 2018, que, con un torrente vocal sorprendente, interpretó un «Largo al factotum» pletórico de medios y con espectaculares agudos.
La voz del tenor argentino Juan Francisco Gatell no es especialmente bella, pero él es un experto rossiniano y desgranó un convincente «Ah, dov’è, dov’è il cimento«, de Semiramide. Serena Sáenz interpretó también una aria de esa ópera, en su caso el «Bel raggio lusinghier» de la protagonista; las características de la prometedora soprano catalana no parecen ser las ideales para el rol, aunque sí lució registro agudo y coloratura, pero la esencia dramática del aria no apareció. Marina Viotti, por su parte, brilló especialmente en su primera intervención, el dúo con Taddeo de L’italiana in Algeri junto a un impecable Pau Armengol. La voz de la mezzo italiana atesora gran calidad y técnicamente se desenvuelve con naturalidad. Una aparente facilidad que, por momentos, desembocaba en cierto histrionismo vocal que deslució un tanto su «Una voce poco fa«.
Los tenores Alberto Ballesta y Elías Ongay interpretaron con solvencia la popular La danza de Rossini y la poco conocida O teneri piaceri, de Mariano Pablo Rosquellas, acompañados por Viviana Salisi al piano y Juan de la Cruz a la guitarra, respectivamente. Fue un placer volver a escuchar la clase en el fraseo de ese gran tenor que fue Raúl Giménez, homenajeando a Paolo Tosti con su Malia. La velada, presentada con acierto por la actriz Berta Errando, se cerró con el famoso sexteto de La Cenerentola, al que se incorporaron Helena Ressureiçao y Natalia Pérez, y con grandes ovaciones de un público siempre ávido de Rossini.