CRÍTICAS
NACIONAL
'La cuina de Rossini' seduce a todos los públicos en el Liceu
Barcelona
Gran Teatre del Liceu
LA CUINA DE ROSSINI
Perit Liceu
Federico de Oliveira, Toni Viñals, Neus Pàmies, Mar Esteve, Joan Garcia Gomà, Xavi Fernández, José Manuel Guinot. Ensemble Conservatori Liceu. Dirección Musical: Andreu Gallén. Dirección de escena: David Selvas. 4 de febrero de 2022.
La cuina de Rossini (La cocina de Rossini) se estrenó con gran éxito en un Gran Teatre del Liceu abarrotado de niños y mayores que disfrutaron durante la hora y cuarto que dura el espectáculo y al final vitorearon a todos los participantes. No era para menos, pues este espectáculo, enmarcado en el proyecto educativo de El Petit Liceu y que tiene como objetivo despertar el amor por la ópera en los más pequeños, funciona a las mil maravillas.
El Liceu no ha reparado en gastos, como ya hizo con El monstre del laberint, y ha producido un espectáculo de bella factura en el que teatro, música y proyecciones se mezclan con naturalidad para narrar la historia de dos jóvenes que, gracias a una batuta mágica, se cuelan en las óperas de Rossini y, junto a Cenerentola, Fiorello y Guillermo Tell viven mil aventuras para rescatar el libro mágico de recetas de Rossini de las garras del malvado Basilio. A través de esta historia, la pieza ideada por Sergi Pompermayer se convierte en una declaración de amor a la chispeante música de Rossini y al género operístico en general, así como un alegato en favor del empoderamiento de la mujer y de la alimentación sana. Todo ello sin cargar las tintas en exceso y con buen brío teatral.
Uno tras otro, van sonando algunos de los números más famosos de las óperas bufas de Rossini y algunas piezas aisladas, como el Duo de los gatos o la canción La danza. Un repertorio bien escogido y muy bien ejecutado tanto por la pequeña orquesta situado en lo alto del escenario, el Ensemble Conservatori Liceu, como por unos intérpretes que se metieron, en todo momento, al público en el bolsillo. Buena parte del mérito del óptimo funcionamiento del espectáculo hay que atribuirlo a David Selvas y a su equipo. El actor y director teatral ha insuflado fluidez a la propuesta a través de una eficaz dirección de actores, buen timing en los gags y divertidas coreografías a cargo de Ana Pérez. También el apartado musical, liderado por Andreu Gallén, quien ha elaborado las adaptaciones y se ha encargado de la dirección desde el piano, estuvo sumamente cuidado.
Y, finalmente, el magnífico elenco de jóvenes cantantes/actores que brindó vida a los personajes y que rindió a un espléndido nivel. La pareja encarnada por Toni Viñals y Neus Pàmies, ambos excelentes, asumió el peso de la obra y la gran mayoría de los diálogos hablados, mientras que Mar Esteve (Cenerentola), Joan Garcia Gomà (Fiorello) y José Manuel Guinot (Guillermo Tell) aportaban brillo a sus personajes tanto a nivel vocal como teatral. Finalmente, Federico de Oliveira como Rossini y Xavi Fernández como el villano Basilio completaron con divertidas caracterizaciones el reparto.
Un éxito sin paliativos que fue jaleado al final tanto por lo pequeños como por los adultos que llenaban la platea y los primeros pisos del Liceu. Una muestra de que, haciendo las cosas bien, la ópera puede seducir a todo tipo de públicos. Y en esta colaboración entre el Gran Teatre, la Fundació Ferrer-Salat y el Conservatori del Liceu las cosas se han hecho muy bien. * Antoni COLOMER, crítico de ÓPERA ACTUAL
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