CRÍTICAS
INTERNACIONAL
Carmen en el muro de Trump
Roma
Teatro dell'Opera di Roma
Bizet: CARMEN
Veronica Simeoni, Mariangela Sicilia, Saimir Pirgu, Luca Micheletti, Daniela Cappiello, Ann Pennisi, Michele Patti, Marcello Nardis, Alessandro della Morte, Arturo Espinosa. Dirección musical: Jordi Bernàcer. Dirección de escena: Valentina Carrasco. Termas de Carcalla, 19 de julio de 2022.
La argentina Valentina Carrasco ambienta su Carmen al pie del muro hecho construir por Trump entre México y los Estados Unidos para detener a los prófugos que intentan cruzar la frontera. La denuncia es justa, pero su dirección escénica carecía de coherencia, porque se ve a los mexicanos cruzarlo alegremente de uno a otro lado. Resulta fastidiosa, además, la serie ininterrumpida de episodios pintorescos –incluso dos o tres a la vez– que quizá resultarían tolerables en otras ambientaciones tradicionales en Sevilla pero que quedan absurdos en esta traslación moderna. Pero en el tercer acto el campamento de los contrabandistas en la montaña no permite ideas demasiado raras y todo tiene que ser más esencial y funcional con la música. Finalmente, la confrontación final entre Carmen y Don José resulta muy dramática y verídica, pero ahí el mérito corresponde en buena parte de los intérpretes.
Veronica Simeoni no posee una voz muy potente, pero ello acaba siendo una ventaja pues Bizet creó para Carmen una voz de opéra comique, y ofrece una interpretación excepcional, que expresa perfectamente la libertad de Carmen pasando de la emancipación sexual del principio a la conciencia de su derecho a la autodeterminación y a decidir sobre su propia vida de la escena final. En esta progresión aparecen todos los matices de una mujer seductora (cuando en el segundo acto baila para Don José nadie podría resistírsele y ello sin que aparezca un solo rasgo de vulgaridad en su actitud), rebelde, fascinante, irritante y valerosa.
Saimir Pirgu no presenta una análoga gama de matices en un personaje que en definitiva es más elemental, lo que le deja al principio indefenso frente a una mujer de personalidad mucho más acusada y le impulsa al final a matarla como única manera de reaccionar ante la propia inferioridad. Canta con el control estilístico adquirido en sus inicios mozartianos y se mostró muy vehemente, especialmente en el muy dramático final. El timbre es bello y homogéneo en toda la tesitura y la potencia de su voz resultó una revelación, aunque en este punto quizá influyó la amplificación. Mariangela Sicilia prestó a Micaëla su voz purísima pero también una personalidad fuerte y enérgica. Luca Micheletti une a su voz sus grandes condiciones de actor para definir a un Escamillo arrogante y descarado pero también simpático. Bien Anna Pennis (Mercedes) y Daniela Cappiello (Frasquita) y un tanto modestos los demás comprimarios.
Esta producción se presentó en 2017 con la dirección musical de Jesús López Cobos, pero algunas funciones estuvieron ya a cargo de Jordi Bernàcer, que ha vuelto ahora a dirigirla asumiendo, perfectamente, y como lo hacía López Cobos, tanto el carácter brillante de la opéra comique como su vertiente dramática, a la que destaca en mayor medida. Su dirección colorista y enérgica imprime a cada una de las páginas de la vitalidad que caracteriza a la obra de Bizet. Buena, aunque no impecable, la labor de la orquesta, con un coro que no estuvo a su altura habitual y que incluso encontró dificultades para ir a tiempo. * Mauro MARIANI, corresponsal en Roma de ÓPERA ACTUAL
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