CRÍTICAS
INTERNACIONAL
'Katia Kabanova' triunfa en su estreno romano
Roma
Teatro dell'Opera di Roma
Janácek: KATIA KABANOVA
Corinna Winters, Susan Bickley, Carolyn Sproule, Charles Workman, Julian Hubbard, Sam Furness, Stephen Richardson. Dirección musical: David Robertson. Dirección de escena: Richard Jones. 18 de enero de 2022.
Esta Katia Kabanova es una coproducción con la Royal Opera House de Londres, donde se estrenó con un reparto diferente en 2019. En aquella ocasión le fue otorgado a Richard Jones el prestigioso premio Lawrence Olivier como autor de “la mejor nueva producción de ópera”. En esta reposición, en cambio, daba la impresión de que su dirección escénica, aunque no desprovista de interés, desfigura la ópera de Janácek. Los personajes se convierten en psicópatas que se mueven de modo poco natural y muestran un rostro inexpresivo como si fuesen presa de la alienación o de la depresión, cuando Janácek los representa como seres humanos a todos los efectos, con pulsiones y sentimientos positivos o negativos, pero auténticos, vivos y fuertes. Toda la acción, además, está circunscrita a un ambiente cerrado, escuálido y opresivo, en una especie de gran caja de paredes de madera, mientras la naturaleza debería ser un personaje fundamental en la obra como contraposición al pequeño mundo mezquino y santurrón de la burguesía urbana.
Jones, sin embargo, redime su discutible localización con toda una serie de intuiciones muy perspicaces que, aunque quizá un tanto personales, sí sugieren posibles e interesantes lecturas de algunos aspectos. El director inglés, en cualquier caso, esgrime una carta ganadora en la perfección con la que dirige al magnífico grupo de cantantes-actores, donde nada se deja al azar y hasta el más mínimo gesto está atentamente calculado, lo que genera una acción tensa y dramática sin un solo momento de relajación.
La música de Janácek, aunque no esté perfectamente servida por la realización escénica, se impone por su propia fuerza y una espléndida ejecución musical. Desde el podio, David Robertson transmite claramente todo el detalle orquestal de la compleja partitura, con una lectura lucida y objetiva, de la que no escapan sin embargo los sentimientos, las pasiones o las pulsiones de los personajes. Los cantantes constituyen un grupo perfectamente homogéneo y coordinado. La protagonista, Corinna Winters, si en algún momento pudo ver influenciado su canto por la rigidez impuesta por el regista, no dejó por ello de transmitir intensidad y expresión. Su amante, Boris, y su marido, Tichon, dos hombres débiles, cobardes y escuálidos, fueron magníficamente interpretados por Charles Workman y Julian Hubbard. La pareja joven formada por la delicada Varvara de Carolyn Sproule y el prosaico Kudryas de Sam Furness, se mostró perfecta en los personajes respectivos. Susan Bickley en el papel de la suegra Kabanicha fue un terrible monumento a la maldad humana. Muy bien asimismo Stephen Richardson como Dikoj, el otro malo de la historia.
A pesar de tratarse de una ópera popular, en Roma no había sido representada nunca, y su éxito fue muy caluroso. * Mauro MARIANI, corresponsal en Roma de ÓPERA ACTUAL
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