CRÍTICAS
INTERNACIONAL
Julio César en las ruinas del museo
Tokio
New National Theatre Tokyo
Händel: GIULIO CESARE
Marianne Beate Kielland, Toshiaki Komada, Etsuko Kanoh, Mika Kaneko, Mari Moriya, Daichi Fujiki, Vitaly Yushmanov, Toshiyuki Muramatsu. Dirección musical: Rinaldo Alessandrini. Dirección de escena: Laurent Pelly. 5 de octubre de 2022.
En el New National Theatre de Tokyo se representaba por fin este Giulio Cesare que había estado programado para el mes de abril de 2020, pero que la Covid obligó a aplazar. La producción procede de 2011 de la Ópera de París y la dirección escénica sitúa la acción en la actualidad y en los almacenes de un museo en la sección arqueológico del antiguo Egipto, donde aparecen trabajadores del museo ocupados en la restauración de diversas piezas. En un cierto momento, sin embargo, los personajes de los objetos artísticos vuelven a la vida. La escenografía realista de Chantal Thomas asume tintes fantásticaos, el vestuario de Laurent Pelly es no menos bello y la luminotecnia de Joël Adam es sumamente sofisticada.
La dirección escénica de Pelly, como ocurría con su famoso Elisir d’amore, pierde algo de ironía al ser ofrecida en un teatro no francés, y especialmente en Japón, donde persisten algunas medidas anti-covid, por lo que no siempre quedan reflejados algunos gags, especialmente en lo relativo a explícitas alusiones al sexo. En cualquier caso el sentido general del montaje estuvo bien expuesto, sobre todo gracias a la inventiva de la comparsería japonesa, siempre presente en escena.
La dirección musical de la moderna Tokyo Philharmonic Orchestra había sido confiada a Rinaldo Alessandrini con el bajo continuo a cargo de un clavicémbalo, un violoncelo y dos tiorbas en el estilo de la época. La ejecución fue extraordinaria, obteniendo del conjunto instrumental un espléndido nivel y un brío extraordinario. La ejecución del continuo fue deliciosa, incluyendo la actuación de la banda in scena, mientras que la trompa y el violín acompañaron las respectivas arias de César con una extrema precisión estilística.
En el reparto destacó en el papel de Cleopatra Mari Moriya, una soprano que ha estudiado en el Japón y en Nueva York y que ha cantado durante muchos años en Austria, quien mostró una técnica segura y expresó el personaje con todo su orgullo y su voluntad de hierro en una perfecta actuación según las indicaciones de la regia. Su presencia aportó mucho al éxito de la función.
Como Cesar, Marianne Beate Kielland quedó un poco tímida en el canto y en el movimiento escénico, pero es dueña de una voz bien dotada, con buenos agudos y compone una hermosa figura en escena. Etsuko Kanoh cantó una Cornelia de voz y comportamiento escénico de gran nobleza. Como Tolomeo, Daichi Fujiki, el más importante contratenor del Japón, mostró una voz cálida y musical, mientras que Mika Kaneko (Sesto) cantó con gusto, sobre todo en su primera aria. El Achilla de Vitaly Yushmanov demostró poseer una voz perfectamente adecuada para el papel, mientras que como simpático Nireno lucía la voz del joven contratenor Toshiyikiu Muramatsu, siendo Curio Toshiaki Komada. Al final hubo calurosos aplausos para todos y especialmente para Alessandrini y la orquesta. * Mika INOUCHI, corresponsal en Tokio de ÓPERA ACTUAL
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