CRÍTICAS
NACIONAL
Jordi, Puértolas y la química del escenario
Oviedo
Festival de Teatro Lírico Español
Gala Lírica
XXX aniversario
Romanzas y dúos de zarzuelas de Vives, Moreno Torroba, Giménez y Nieto, Sorozábal, Penella, Soutullo y Vert. Sabina Puértolas, soprano. Ismael Jordi, tenor. Orquesta Oviedo Filarmonía. Dirección: Lucas Macías. 31 de marzo de 2023.
La física y las matemáticas son ciencias íntimamente ligadas al estudio de la música. Del sonido que produce una cuerda frotada, un instrumento de viento o la misma voz. Ondas, vibraciones, distancias, reverberación, etc., aspectos que el oído interno traduce en impulsos nerviosos directos al órgano que hace que el ser humano les otorgue sentido y belleza. Energías que se transforman. Pero hay otra ciencia, la química, que de forma menos reglada, pero igualmente certera, influye en la impresión final de la experiencia artística, como bien pudo comprobarse en la Gala Lírica que conmemoró el XXX aniversario del Festival de Teatro Lírico Español de Oviedo.
Sobre el escenario del Campoamor, templo de la zarzuela junto al coliseo madrileño que lleva el nombre del género lírico español, ahora en la plazuela de Teresa Berganza, se unieron cuatro fuerzas musicales, por seguir hablando en términos físicos: la soprano Sabina Puértolas, el tenor Ismael Jordi, el maestro Lucas Macías y la orquesta Oviedo Filarmonía. Y entre ellos se produjo una conexión, un fuerte enlace, que terminó por redondear un espectáculo de primer nivel.
Más allá de las dos piezas orquestales –el Preludio de El bateo y el Intermedio de La boda de Luis Alonso, que demostraron el dominio de la sinfónica ovetense sobre este repertorio y el cuidado trabajo de su director–, esta Gala del aniversario fue un recorrido sentimental por las carreras de Puértolas y Jordi y por las zarzuelas que marcaron sus vidas. Son dos de las mejores voces del panorama nacional que han construido sus carreras con inteligencia, sensatez, solvencia técnica y respeto a su instrumento. Con La Generala, del maestro Vives, debutaron juntos en el Teatro Campoamor, y la romanza “Es un muñeco el arlequín”, de amplio registro, se mantiene desde entonces en el repertorio de la soprano, explotando el texto escrito por Guillermo Perrín y Miguel de Palacios. Con “De este apacible rincón de Madrid” el tenor avanzó por dónde irá su inminente debut en Luisa Fernanda de Moreno Torroba, aportando un Javier Moreno fresco y juvenil en el título que cierra la actual temporada del Teatro de La Zarzuela, con Puértolas también en el reparto.
Ambos artistas estrenaron juntos en el coliseo madrileño la nueva producción de Doña Francisquita con la firma de Lluís Pasqual, en coproducción con el Liceu y la Opéra de Lausanne, que en 2020 ganó el premio Max al Mejor Espectáculo Musical o Lírico. La comedia lírica de Amadeo Vives, modelo de zarzuela grande, centró buena parte del programa de esta gala. Desde la impecable afinación de Puértolas en la exigente canción del ruiseñor, “Era una rosa que un jardín”; a la elegante versión de Jordi “Por el humo se sabe”. Fue el dúo previo entre Francisquita y Fernando, “¡Le van a oír!”, uno de los grandes momentos de la Gala.
Con el maestro Macías como cómplice imprescindible al mando de la orquesta, ambos cantantes se retaron de forma constante en lo musical, buscando siempre la expresión y la autoexigencia compartida para llevar a otro nivel dos roles que dominan con autoridad. Igual que en el dúo entre Leandro y Marola de La tabernera del puerto, de Pablo Sorozábal, hasta lograr que el público prácticamente no necesitase escenografía alguna para sentir que, por momentos, estaba ante una producción al completo.
“Me llaman La Primorosa”, de El barbero de Sevilla de Giménez y Nieto, y “Bella enamorada”, de El último romántico, mostraron la solvencia técnica y la musicalidad que caracteriza a ambos intérpretes, que cerraron la gala con dos nuevos dúos: “Caballero del alto plumero”, de Luisa Fernanda; y “Torero quiero ser” de la ópera de Penella El gato montés. Los aplausos dieron paso a tres propinas de interés, como la personal versión de Puértolas sobre las Carceleras de Chapí, con las que jugó musicalmente a voluntad; y la ovacionada “Adiós, Granada” de Los emigrantes de Calleja y Barrera del tenor jerezano.
La fiesta lírica de aniversario también se convirtió en un homenaje a los afectados por los incendios sufridos recientemente en Asturias, junto al agradecimiento a quienes luchaban contra el fuego. Un momento de felicidad y esperanza protegidos por la música. * Pablo GALLEGO, corresponsal en Oviedo de ÓPERA ACTUAL
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