CRÍTICAS
NACIONAL
Inicio triunfal de la temporada de la OFGC, con debut de Elina Garanca
Las Palmas de Gran Canaria
Orquesta Filarmónica de Gran Canaria
Verdi: AIDA (Selección)
En versión de concierto
Cellia Costea, Elina Garanca, SeokJong Baek, Rajiv Cerezo, Krisjanis Norvelis, Rihards Macanovskis. Dirección: Karel Mark Chichon. Auditorio Alfredo Kraus, 23 de septiembre de 2022.
Ya en las largas colas para acceder al Auditorio grancanario se sentía la expectación por el primer concierto de temporada de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria; y es que la ocasión lo requería. Verdi es un ídolo de masas y Aida uno de sus títulos que más interés suscita. Esta fue la obra elegida para inaugurar la temporada, en formato de selección llamado La magia de Aida, dirigida musicalmente por Karel Mark Chichon, director artístico y titular de la formación. Su apuesta no defraudó y el público disfrutó y vibró ante este triángulo amoroso en el cual la pasión, el amor y el odio alcanzan cotas extremas. Suscitaba curiosidad ver por primera vez juntos en escena a los coros de la Ópera de Las Palmas y de la OFGC, dos formaciones no profesionales que una vez más sorprendieron por su extrema calidad y entrega. En todo momento excelentes, como era previsible, en el “Gloria all’Egitto, ad Iside”, evidenciaron, por si alguno lo dudaba, todo su esplendor.
Sin embargo, el aliciente más mediático de esta velada era el debut como Amneris de Elina Garanca, Premio ÓPERA ACTUAL 2021, y como era de esperar, no defraudó en absoluto. Imposible adjetivar, sin caer en repeticiones, las magistrales virtudes de la mezzo letona… Su potencia y perfección, como el libreto exige, quedó más que evidenciada en los actos tercero y cuarto, impresionante e inolvidable.
Lamentablemente la soprano inicialmente prevista, Latonia Moore –que hacía su debut en las islas– suspendió su actuación “debido a problemas de salud debidamente acreditados”, según nota de la orquesta. Su sustituta, la rumana Cellia Costea, no supo llenar su inmenso vacío: correcta en todo momento, sin más, no entusiasmó con su distante protagonista. Pero la sorpresa ya estaba en escena, para satisfacción de todos: SeokJong Baek, una voz aquí desconocida que con su espectacular Radamès llenó de emoción y entusiasmo. Tiene el tenor sudcoreano, pese a su juventud e incipiente carrera, una enorme solidez y un bello y denso timbre –de esos que enamoran– así como un manejo de los graves, unidos a un excelente agudo que parece emitir con absoluta facilidad. Si no se tuerce, el panorama operístico se asegura un gran tenor para el futuro. Muy convincente el resto de solistas.
Una reforzada OFGC sonó con el esplendor que la partitura requiere, pausada en los escasos momentos no triunfales y épico en los más grandiosos. Al maestro Chichon se le sentía seguro y pletórico en un estilo que se intuye que le fascina y domina. Las ovaciones y vítores del público sonaban a verdad y emoción en este inicio de una prometedora temporada sinfónica en una de sus escasas incursiones líricas. * Cayetano SÁNCHEZ, corresponsal en Las Palmas de Gran Canaria de ÓPERA ACTUAL
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