CRÍTICAS
INTERNACIONAL
Glyndebourne: Rinaldo vence por goleada
Glyndebourne Festival
Händel: RINALDO
Tim Mead, Jakub Józef Orliński, Patrick Terry, Giulia Semenzato, Kristina Mkhitarian, Brandon Cedel, James Hall. Dirección: Maxim Emelyanychev. Dirección de escena: Robert Carsen. Festival Theatre, 8 de agosto.
El sol brilló en la reposición de la ecléctica producción de Robert Carsen, la cual, a ocho años de su estreno, no ha perdido frescura ni ingenio. El regista ubica la acción durante una clase de historia en una escuela privada, en la que uno de sus alumnos es atormentado por sus compañeros al ver la foto de una joven. De pronto la pared de la pizarra se vuelve transparente e irrumpen soldados cruzados con gritos de triunfo. De allí en adelante la acción fluye de forma coherente, muy bien ensayada y coreografiada, con cantantes jóvenes de primera clase.
Los profesores de la escuela se convierten en los personajes de la historia:, Armida es una profesora dominatrix vestida de látex con abundante busto, un profesor asume el rol del musulmán Argante enamorado de la joven estudiante Almirena, pero que al fin cae prisionera de Armida. Destacaron por su musicalidad y entrega los cuatro contratenores; Jakub Jósef Orliński cantó Rinaldo con impecable dominio de la coloratura y dejó por momentos al público sin aliento; Eustazio fue asumido por Patrick Terry de voz suave y cálida; Goffredo fue cantado con voz feroz y llena de valentía por Tim Mead dominando la escena con su presencia, y también excelente estuvo James Hall como el Mago Cristiano que ayudó a los soldados cruzados a entrar al palacio de Armida sin ser vistos. Brandon Cedel interpretó con corrección al desafortunado Argante. Brilló también la dulce Almirena cantada por Giulia Semenzato, de voz de bello color. Armida es un rol que pide fuerza, pero Kristina Mkhitarian, de voz agresiva y figura sensual, se impuso en su papel.
En una producción con estas ideas había que terminar con algo devastador y así fue: la batalla entre cruzados y musulmanes tiene lugar en el campo de fútbol en el que Rinaldo mete el gol del triunfo; entre sonrisas se vuelve de a poco al aula, donde el joven estudiante del comienzo se encuentra solo imaginando toda clase de historias. Maxim Emelyanychev dirigió a la Orchestra of the Age of Enlightment con energía, fraseo de primera clase y variaciones leves de tempi que hicieron de esta velada un triunfo de proporciones.
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