CRÍTICAS
INTERNACIONAL
Glyndebourne: Irredento Faust
Festival de Glyndebourne
Berlioz: LA DAMNATION DE FAUST
Espectáculo inaugural
Allan Clayton, Christopher Purves, Ashley Riches, Julie Boulianne. Dirección: Robin Ticciati. Dirección de escena: Richard Jones. 18 de mayo de 2019.
La gran obra de Berlioz tienta a directores de ópera por su intenso dramatismo y también por su dificultad. A pesar de estar entre la ópera y el oratorio contiene baches dramáticos que deben ser resueltos con creatividad y también con respeto a la partitura. La nueva producción de Richard Jones que inauguró el Festival resultó un pastiche entretenido con varias sorpresas.
Una de ellas fue la introducción de un Méphistophélès declamado en gran forma por Christopher Purves, un cantante que crea un evento cada vez que aparece en escena. Si bien la declamación resultó original al comienzo, luego se volvió cansada y repetitiva. También se alteró el orden musical, con el gran interludio orquestal ubicado luego del final, que según el programa, Jones consideraba algo débil. Recuérdese que Berlioz no sigue la forma tradicional y que Faust aquí no es redimido sino que es condenado a repetir sus errores una y otra vez.

Christopher Purves dio vida a un Mephistophélès de voz expresiva y declamada
La acción se desarrolló en un espacio rodeado de paredes de madera, como las barreras de una plaza de toros. Sobre ellas, un coro extra grande, a modo de diablillos que esperan un espectáculo por parte de Méphistophélès. El recurso resultó divertido, sobre todo al trasladar a los demonios del infierno y elevarlos en el aire. Las diversas escenas se fueron situando en una taberna, una escuela militar de la que Faust es expulsado y ridiculizado por los cadetes, y una casa que sirvió como lugar ideal e imaginario para Fausto y como el hogar de Margherite. Berlioz escribe bien para voces, pero da una tesitura difícil a sus tenores y en esta obra no hace excepciones.
Allan Clayton dio vuelo a su voz juvenil y fresca, un poco tirante en el extremo agudo, pero bien resuelto con mínima pérdida de color. Clayton actuó de forma descollante; después de todo este Fausto es un antihéroe. Christopher Purves fue el diablo encarnado, con una imagen que recordaba a Liszt y con una voz tremendamente expresiva y sabrosa. Julie Boulianne destacó por una voz rica, bella, de sonido maduro que supo sacarle el jugo a sus dos hermosas arias. Ashley Riches fue un Brander activo y muy prejuiciado. El coro de la casa se lució con un sonido poderoso y feroz aunque no tanto como la música que Robin Ticciati extrajo de su orquesta, logrando aunar suavidad y transparencia al estruendo de los metales. Como suele ser habitual, Berlioz y sus temas dieron mucho para discutir y pensar.