George Benjamin y su trilogía operística

Barcelona

28 / 02 / 2021 - Fernando SANS RIVIÈRE - Tiempo de lectura: 4 min

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Benjamin Lessons Stéphane Degout como Eduardo II y su amante Daniel Okulitch como Gaveston frente a los herederos al trono © Gran Teatre del Liceu / Antoni BOFILL
Benjamin Lessons Escena del estreno en España de 'Lessons in Love and Violence' de Benjamin © Gran Teatre del Liceu / Antoni BOFILL

Gran Teatre del Liceu

Benjamin: LESSONS IN LOVE AND VIOLENCE

Estreno en España

Stéphane Degout. Daniel Okulitch. Georgia Jarman. Peter Hoare. Samuel Boden. Ocean Barrington-Cook. Dirección musical: Josep Pons. Dirección de escena: Katie Mitchell. 27 de febrero de 2021.

El compositor británico George Benjamin (Londres 1960) no estrenó su primera ópera hasta sus 46 años en la Ópera de La Bastille y desde entonces ha estrenado una nueva ópera cada seis años. La primera fue una ópera de cámara titulada Into the Little Hill (París 2006) con libreto del dramaturgo y traductor británico Martin Crimp. Un título que se estrenó escénicamente en España en el Foyer del Liceu barcelonés en diciembre de 2010 y que una década más tarde pudo verse dentro de la temporada del Teatro Real de Madrid, a principios de 2020, en los Teatros del Canal. La pareja británica, de compositor y libretista, ha dado dos nuevos frutos, Written on Skin (Aix-en-Provence 2012), que fue un verdadero éxito con más de 100 representaciones en los cinco años siguientes y que se estrenó en España en el Liceu y el Real en sendas versiones de concierto en 2016, y que presenta como tema principal el abuso de poder y la violencia de género en época medieval. Ante el éxito de sus dos primeras óperas Benjamin recibió el encargo de la Royal Opera House de su ciudad natal para un nuevo título que resultó ser Lessons in Love and Violence (Londres 2018), obra que ha podido verse en una coproducción con diversos teatros de Europa y Estados Unidos, entre ellos el propio Gran Teatre del Liceu, que ha acogido su estreno en España, y el Teatro Real que la ofrecerá en abril.

La obra que sigue profundizando en temas medievales, en este caso en una truculenta trama de violencia y poder en la corte inglesa durante el siglo XIV. Los protagonistas son el rey Eduardo II y la reina consorte, Isabel de Francia, junto al amante del rey Piers Gaveston y al consejero y amante de la reina, Roger Mortimer, todos ellos luchando por el poder y el amor en una trama llena de abusos, miedos y violencia con varios asesinatos, hasta que accede al trono el nuevo monarca, Eduardo III.

Benjamin Lessons 'Lessons in Love and Violence' en el Liceu © Gran Teatre del Liceu / Antoni BOFILL
Benjamin Lessons Georgia Jarman como la reina consorte Isabel de Francia en la ópera de Benjamin © Gran Teatre del Liceu / Antoni BOFILL

El lenguaje musical de Benjamin destaca por su modernidad y su capacidad para seducir al espectador. Utiliza una orquesta bastante reducida con preeminencia de los instrumentos de cuerdas y percusión. Se trata de una música elegante, algo monótona, pero especialmente atenta a la trama y a la interpretación canora de los protagonistas. Sorprende la ausencia de coro, de arias como tales y de números de conjunto. La base del éxito radica en el interés teatral de la obra y en la perfecta conjunción de la música con la trama y con una partitura vocal de interés pero sin especiales números canoros.

El director musical del Liceu, Josep Pons, ha programado diversas obras de Benjamin en el pasado y por ello ha contado con su apoyo para dirigir la obra en Barcelona y Madrid. En esta ocasión, Pons capitaneó una estupenda interpretación musical de Lessons, con gran vitalidad y acierto en los detalles de la peculiar tímbrica de la obra de Benjamin; quizás en algún pasaje, al estar la Orquestra Simfònica del Liceu a la altura de la platea y no en el foso (para ganar espacio debido a las restricciones por la Covid-19), quedasen algo tapadas las voces en algún momento puntual.

Merece la pena destacar la gran labor actoral de los protagonistas, la mayoría de los cuales participaron en el estreno absoluto en Londres. Brillante la caracterización de Stéphane Degout como el rey Eduardo II, de amplio y aterciopelado instrumento; muy loable la presencia escénica y canora de Georgia Jarman, con especial realce en las largas notas sobreagudas como la Reina; y perfecta la adecuación de Peter Hoare y Daniel Okulitch como Mortimer y Gaveston, así como el resto del reparto con especial atención al hijo y Eduardo III de Samuel Boden.

Excelente la moderna puesta en escena a cargo de la laureada directora de escena británica Katie Mitchell que juega con un destacado óleo del cotizado artista figurativo británico contemporáneo Francis Bacon, una pecera gigante y una multitud de extras que dan vitalidad a la propuesta teatral que forma parte del éxito de esta producción que fue muy aplaudida por el público barcelonés. Una ópera interesante, compleja, algo monótona a nivel  musical y que requiere una cierta profundización en la obra del compositor para disfrutarla completamente.– ÓA