CRÍTICAS
NACIONAL
Ermonela Jaho, sensibilidad a media voz
Bilbao
Teatro Arriaga
Recital de ERMONELA JAHO
Obras de Tosti, Bellini, Donizzeti, Verdi, Leoncavallo, Cilea, Mascagni, Gounod, Massenet y Puccini. Rubén Fernández Aguirre, piano. 26 de abril de 2023.
Es habitual que, tras un concierto, cuando la música y los intérpretes han sido de calidad y han transmitido emoción, el oyente sensible salga completamente arrebatado; pero, pasadas unas horas, esa euforia inicial va desapareciendo. Ahora bien, cuando los recuerdos ya no son tan vívidos, los sentimientos se han enfriado, el hemisferio izquierdo del cerebro le ha aguado la fiesta al derecho y los problemas del día a día se han encargado de ponerle un filtro gris a todo, si la sensación persiste, entonces –y solo entonces– se puede asegurar sin miedo a equivocarse que, verdaderamente, se asistió a una velada sobresaliente. Eso le sucedió al público del pasado miércoles que fue testigo del recital que Ermonela Jaho y Rubén Fernández Aguirre ofrecieran en el Teatro Arriaga de Bilbao; fue una de esas ocasiones especiales en las que no se es muy consciente de haber sido testigo de algo fabuloso. Porque ya desde la primera de las piezas interpretadas, la soprano albanesa, con esa voz limpia y tan personal que le caracteriza y utilizando apenas un hilo de voz, consiguió atrapar la atención de la audiencia atrayéndola y manteniéndola en una hipnótica tensión que supo gestionar sobre la base de un sutilísimo manejo de los pianissimi y una abrumadora sensibilidad interpretativa.
Una vez establecida esa irresistible conexión fue difícil escapar al embrujo de la cantante, construido con honestidad, inteligencia y las mejores armas a su alcance: un estupendo dominio del fiato, un legato envidiable, una exquisita línea de canto, una elegante musicalidad, un innegable gusto, un asombroso control de la media voz y una desbordante capacidad expresiva. Sin embargo, a pesar de haber mostrado todas sus cartas desde el primer momento y de no esconder las limitaciones de su material vocal –unos graves no del todo consistentes y menor proyección de la esperada, por citar algunas–, sus deliciosos filados, la perfección de su messa di voce, la cuidada emisión y, sobre todo, su inigualable intensidad dramática, consiguieron un resultado excepcional.
Por supuesto, todo este despliegue vocal tantas veces contenido en una íntima y expresivamente sublime mezzavoce requirió la complicidad necesaria de Rubén Fernández Aguirre, quien, con fabulosa técnica y una sensibilidad rayana en la intuición, dulcificó la sonoridad del piano hasta volverla leve, luminosa y transparente, pero sin perder ni un ápice de complejidad armónica, textura o carácter, buscando hermosos y profundos colores orquestales que acompañasen e, incluso, envolviesen la fascinante expresividad de la soprano, conduciéndola a veces y dejándose arrastrar otras por las volátiles inflexiones de la cantante.
Titulado Anima rara, como el álbum editado en 2020 y premiado en los International Classical Music Awards del siguiente año, el recital estuvo conformado por 17 canciones y arias –además de dos bises– entre el bel canto romántico y el verismo en las que se pudo ver claramente por qué sus convincentes y emocionales interpretaciones operísticas han aupado a Ermonela Jaho a lo más alto del panorama internacional. * Nora FRANCO MADARIAGA, corresponsal en Bilbao de ÓPERA ACTUAL