Erika Grimaldi y Albert Guinovart rinden tributo al arte de Victoria de los Ángeles

Torroella de Montgrí

17 / 08 / 2023 - Aniol COSTA-PAU - Tiempo de lectura: 3 min

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grimaldi ángeles Erika Grimaldi Guinovart en Torroella de Montgrí © Festival de Torroella de Montgrí / Roger LLEIXÀ
grimaldi ángeles Erika Grimaldi y Albert Guinovart en Torroella de Montgrí © Festival de Torroella de Montgrí / Roger LLEIXÀ
grimaldi ángeles Erika Grimaldi y Albert Guinovart en Torroella de Montgrí © Festival de Torroella de Montgrí / Roger LLEIXÀ

Festival de Torroella de Montgrí

Recital de ERIKA GRIMALDI

Homenaje a Victoria de los Ángeles

Obras de Puccini, Verdi, Schumann, Marcello, Brahms, Granados, Montsalvatge y otros. Albert Guinovart, piano. Espai Ter, 16 de agosto de 2023.

El mismo día en que se dio a conocer la trágica muerte de la gran soprano Renata Scotto, el Festival de Torroella de Montgrí homenajeó a otra gran artista del siglo pasado, Victoria de los Ángeles, coincidiendo con el año del centenario de su nacimiento. Para recordar la extraordinaria carrera lírica de la soprano barcelonesa, el festival ampurdanés, además de organizar un coloquio introductorio y proyectar el documental Brava Victoria de Maria Gorgues, presentó un recital especial protagonizado por Erika Grimaldi y Albert Guinovart, el último pianista que acompañó a de los Ángeles durante los últimos diez años de su trayectoria sobre los escenarios.

Grimaldi, con una carrera estrechamente ligada al Teatro Regio de Turín y poca presencia en las programaciones de los teatros españoles, es una soprano lírica que, después de iniciarse en el repertorio mozartiano, ha impulsado con enorme éxito y reconocimiento su camino vocal hacia roles de Puccini y personajes verdianos de gran entidad. Poseedora de una voz sólida y cultivada, con fundamentos trabajados que le permiten crecer desde la firmeza y la estabilidad, en Torroella la soprano ofreció una versión sobresaliente de “Donde lieta uscì” de La Bohème, así como interpretaciones impresionantes del “Ave maria” de Otello y “Morrò, ma prima in grazia” de Un ballo in maschera. En la dificilísima melodía de Casta diva, en cambio, la cantante sufrió para controlar sin constreñir el legato y, en “Qual fiamma avea nel guardo…” de Pagliacci, al final del concierto, dejó escapar la dirección equilibrada de algunos agudos.

"Poseedora de una voz sólida y cultivada, con fundamentos trabajados que le permiten crecer desde la firmeza y la estabilidad, en Torroella la soprano ofreció una versión sobresaliente de “Donde lieta uscì” de 'La Bohème'"

Pero Grimaldi, acompañada con maestría por Albert Guinovart, no solo cantó fragmentos operísticos en el auditorio de l’Espai Ter, ya que el programa, pensado para rendir tributo a todo el extensísimo repertorio que cantó Victoria de los Ángeles, fue ecléctico y dispar. Puccini, Bellini, Leoncavallo y Verdi se alternaron sin solución de continuidad con Schumann, Brahms, Montsalvatge, Granados e incluso Benedetto Marcello y Battista Pergolesi. Todos eran ciertamente compositores con los que la cantante española había brillado sobre los escenarios a lo largo de su carrera, pero, más allá de esta coincidencia, compartían poca unidad temática y musical. Fruto de tanto cambio de estilo y periodo, fue difícil para los intérpretes y los espectadores poder conectar con la emoción de cada pieza, que no fue encadenada y creciente, sino interrumpida y un tanto abrupta y fría. Buena prueba de esta incomodidad fue el cambio absoluto del orden de las piezas que anunciaba el programa de mano. Guinovart explicó que, tras los ensayos, habían decido reordenar el programa y se dedicó a ir presentando la secuencia de las piezas del concierto de tres en tres.

El pianista catalán, emocionado de participar del homenaje a su amiga, maestra y compañera, además de acompañar a Grimaldi con rigor y sutileza, también interpretó tres piezas en solitario, haciendo gala de sus dotes expresivas como pianista solista de primerísimo nivel.

Finalmente, tras los aplausos del público, el apartado de propinas se saldó con la Tarantela de Rossini y Musica proibita de Stanislao Gastaldon.  * Aniol COSTA-PAU, crítico de ÓPERA ACTUAL