Ensoñación visual para una 'Turandot' distópica

Ginebra

22 / 06 / 2022 - Albert GARRIGA - Tiempo de lectura: 4 min

Print Friendly, PDF & Email
turandot-gtg-operaactual (2) Teodor Ilnicai como Calaf © GTG / Magali DOUGADOS
turandot-gtg-operaactual (1) La muerte de Liù, interpretada por Francesca Dotto © GTG / Magali DOUGADOS
turandot-gtg-operaactual (3) Ingela Brimberg en la piel de Turandot © GTG / Magali DOUGADOS

Gran Théâtre de Genève

Puccini: TURANDOT

Nueva producción

Ingela Brimberg, Chris Merrit, Liang Li, Teodor Ilincai, Francesca Dotto, Simone Del Savio, Sam Furness, Julien Henric, Michael Mofidian. Dirección musical: Antonino Fogliani. Dirección de escena: Daniel Kramer – teamLab. 20 de junio de 2022.

Con esta Turandot como colofón de la temporada, el Grand Théâtre de Genève ha conseguido hipnotizar al público gracias, sobre todo, al magnífico trabajo visual realizado por el colectivo creativo japonés teamLab. Y es que lo suyo fue pura poética, y hasta hizo olvidar algunas de las incongruencias firmadas por el director de escena, Daniel Kramer. El regista británico situó la acción en un mundo a caballo entre el imaginario de Margaret Atwood, Susanne Collins o Alex Raymond, donde los hombres viven bajo el yugo de la princesa de hielo, que, en lugar de cortar la cabeza, les arrebata su virilidad en forma de fértiles flores. Los hombres del imperio viven, por tanto, castrados y los niños son criados en granjas florales. Demasiada insistencia ante la castración masculina para contar la historia de esta fábula, y algunos detalles fuera de lugar no llegaron a ensombrecer un espectáculo visualmente brillante, no apto para fotosensibles.

Antonino Fogliani dibujó desde el podio una versión enérgica, de tempi marcados, a veces acelerados –algún desajuste foso escena se percibió– pero también generosamente fraseados. El suyo fue un excelente trabajo que hizo aflorar los juegos que Puccini marcó en su brillante partitura y sacó bien partido al coro de la casa. Resultó un total acierto que Aviel Cahn y Fogliani quisieran para Ginebra estrenar la versión final de Luciano Berio (Los Ángeles, 2002), que explora armonías sugestivas, evitando los efectismos de Alfano –de hecho la transición del final de la muerte de Liù a la escena final es armónicamente menos abrupta y más brillante en la propuesta de Berio– buscando las melodías clave para dar juego a la materialización del amor eterno entre ambos protagonistas, con una conclusión sosegada, celestial, pero no exenta del cinismo propio del siglo XXI.

"Vocalmente, Liù triunfó sobre Turandot y la soprano italiana Francecsca Dotto fue la que mayores vítores cosechó al final de la función"

Vocalmente aquí Liù triunfó sobre Turandot y la soprano italiana Francecsca Dotto fue la que mayores vítores cosechó al final de la función. Desde su entrada en el primer acto con la delicada “Perchè un dì, nella reggia, m’hai sorriso” ya dejó claro que su Liù sería cuidada y delicada; su timbre homogéneo y un elegante fraseo le permitió proseguir en “Signore escolta” con unos preciosos filados y una maravillosa mezza di voce conclusiva. La confrontación con la princesa resultó espléndida, culminando el “Tu che di gel sei cinta” con grandes dotes dramáticas. Lástima que la regia la obligó a cantar su escena final desde las alturas, cosa que le restaría proyección.

Esta es la segunda ocasión que se puede escuchar esta temporada a la soprano sueca Ingela Brimberg –hace unos meses como Elektra– en Ginebra; dotada de un timbre incisivo y de un centro poderoso, su Turandot no estuvo falta de intencionalidad y entrega dramática y teatral –acongojante aparición cuando remata al príncipe di Persia–, pero le faltó contundencia vocal. El registro grave es casi inexistente y el agudo algo oscilante. Sin embargo, gustó, sin llegar a ser una principessa di gel de referencia. El tenor rumano Teodor Ilnicai (Calaf) fue de más a menos, con claras muestras de cansancio en el dúo final. A su Calaf no le falta gallardía y gustó en “Non piangere Liù”, pero anduvo algo oscilante en los tres enigmas e hizo lo que pudo con “Nessum dorma”. Excelente el Timur del bajo Liang Li que imprimió elegancia con su timbre cavernoso. Los aquí castrados Ping, Pang, Pong, (Simone del Savio, Sam Furness y Julien Henric, respectivamente) aportaron comicidad y buen hacer a su prestación.  * Albert GARRIGA, corresponsal en Suiza de ÓPERA ACTUAL