CRÍTICAS
NACIONAL
El viaje ideal de Kaufmann y Damrau por el mundo del 'Lied'
Madrid
Ciclo Ibermúsica
Recital de DIANA DAMRAU y JONAS KAUFMANN
Obras de Robert Schumann y Johannes Brahms. Helmut Deutsch, piano. Auditorio Nacional, 7 de abril de 2022.
Un recital de Lied en la sala grande del Auditorio Nacional, en un ciclo como el de Ibermúsica, requiere contar con estrellas de primera magnitud, un objetivo más que cumplido en este caso con la presencia de Diana Damrau y Jonas Kaufmann que continúan su gira liederística el sábado 9 en el Palau de la Música Catalana de Barcelona y que los está llevando por 12 ciudades europeas. Una cita de esta índole requiere algo más que dos voces dotadas: una dosis de espectáculo que escenifique de algún modo el contenido musical y le dé una proyección de la que una Liederabend, de por sí, no siempre tiene. También se cumplió esta segunda exigencia, con los dos artistas, muy bien complementados, escuchándose uno al otro, dándose la réplica e incluso interpretando las diversas escenas de amor que los protagonistas de las canciones relatan en música.
El expediente puede caer en un cierto grado de amaneramiento, con gestos y miradas de un edulcorado un poco subido de tono. Así ocurrió en alguna ocasión, pero al público, evidentemente, le encantó la idea y Damrau y Kaufmann, que han cantado juntos las Canciones italianas de Hugo Wolf, tienen tablas más que de sobra para sacar adelante el compromiso con elegancia. El otro inconveniente de comparecer en una sala de gran tamaño –aunque sea óptimo para la recaudación– es que se pierda la necesaria intimidad propia del género y se traicione lo que tiene de absolutamente singular, como es la expresión y la exploración interior de las emociones y los sentimientos. Superar esto requiere no ya profesionalidad, sino grandes intérpretes, y aquí los dos protagonistas demostraron de lo que son capaces de hacer en un ejercicio muy difícil.
Aunque la voz no siempre corra como antes, con algunos cambios de color y ciertas asperezas, Kaufmann es, claro está, un cantante prodigioso, con un instrumento espléndido, un legato modélico y una expresividad sin fallos: capaz de la expansión más explosiva y de la armonía más recóndita, con interminables pianísimos. Sabe lo que es el Lied, y se pone a su servicio. Diana Damrau también comprende a la perfección el universo expresivo del Lied, y su voz cristalina y luminosa, sin el menor fallo, desplegaba de pronto, y ya desde el arranque (un poco accidentado por un problema pronto resuelto con el aire acondicionado), una variedad extraordinaria de matices expresivos: desde la gracia y picardía, muy teatralmente expresadas, hasta la desesperación más insondable y la atracción por la muerte, tan característica del género y del romanticismo alemán.
Desde esta perspectiva el recital, dividido en seis bloques dedicados cada uno a uno de los dos compositores, fue también un excelente recorrido por los afectos propios del Lied, más sombríos en la primera parte, en particular el Brahms central y el Schumann último, y más alegre e incluso sensual en la segunda, para terminar con la encantadora canción popular “Boten der Liebe” (Mensajeros del amor), de los Cuatro dúos de Brahms.
La clase y la sabiduría de Helmut Deutsch al piano llenaron la gran sala como lo habría hecho una orquesta y siempre, incluso en los momentos de lucimiento propio, que son numerosos, al servicio de los cantantes. * José María MARCO, corresponsal en Madrid de ÓPERA ACTUAL
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